Otros poemas de Herrera Sevillano

Tú siempre dices que sí

Paisano mío,

panameño;

tú siempre respondes: sí.

Pero no para luchar.

Que no para protestar

cuando te ultrajan a ti.

Paisano mío,

panameño:

tú siempre respondes: sí.

Si te dan un peso diario,

Sí, sí, sí.

Si te gobierna un tirano,

sí, sí, sí.

Paisano mío,

panameño:

tú siempre respondes: sí.

Aprende a decirle no,

aprende a decirle no

a lo que le dices: sí.

Pero no, que dices no

cuando necesitas: sí.

Y al decir «sí» cuando no

y «no» cuando debes: sí.

resulta que tu sí. es no,

lo mismo que tu no, sí.

¡Por favor!

Que no se diga

Que tú no tienes conciencia.

¡No, no, no!

Ni que sólo dices: sí.

aunque necesites no.

Ni que te gusta el ultraje.

¡No, no, no!

Ni vagar en la miseria...

Pero no, que dices no

cuando necesitas sí.

Y al decir «sí» cuando no

y «no» cuando debes: sí,

resulta que tu sí es no,

lo mismo que tu no: sí.

Tú siempre respondes: sí,

paisano mío,

panameño;

tú siempre respondes: sí.

Pero no para luchar.

Y menos para ultrajar

cuando te ultrajan a tí.

Paisano mío,

panameño,

tú siempre respondes: sí.

Domingo

Las fachadas,

curiosas,

agrúpanse en las aceras

para mirar al que pasa.

La tarde pasea en autobús.

El sol tiene una mano

metida en la cantina

y hay un danzón travieso

que me está haciendo cosquillas.

Niños.

Corrillo sin brújula.

Un auto duerme la siesta,

y desde los balcones

saludan las banderas.

En la esquina,

un poste se entretiene

viendo en ropa interior,...

a unas naranjas.

Del libro: Kodak. 1937.

Sabatina

(Avenida de Los Mártires, circa 1970)

Sábados de la ciudad

en las noches. Las cantinas,

la ciudad.

Todo lo incendian los hombres

que trabajan en la Zona

del Canal.

Los billetes de a 10 dólares;

las reyertas embriagadas;

el zig zag...

Y los hogares ayunos,

pues que muchos derritieron

sus dineros

en el bar.

Son las cantinas aprieto

de jauría que saloma.

¡Qué distinto el canto éste!

No se parece al que entona

allá en la sierra el labriego

que va subiendo la loma.

¡Sábados de la ciudad,

bullangueros! Las cantinas,

Panamá.

Todo lo incendian los hombres...

esos hombres que vinieron

a la Zona del Canal.

Del libro: La Canción del Pueblo. 1939.

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