CONCLUSIONES

CAPÍTULO DECIMOQUINTO. CONCLUSIONES.

15.1 Resultados Rorschach.

Comenzamos nuestras conclusiones exponiendo en primer lugar los resultados obtenidos a través del Rorschach.

I. Descripción de los resultados obtenidos a través de las Constelaciones o índices de gravedad del test.

De los 60 sujetos estudiados en nuestra investigación, 42 han dado positivo en alguno de estos índices. Tenemos, por tanto, que el 70% de estos adolescentes tiene problemas psicológicos que podemos definir como importantes. Este 70% ha dado positivo en 64 índices: 18 de Esquizofrenia, 7 de Depresión, 1 de Suicidio, 34 de Inhabilidad de Manejo Social y 4 de Hipervigilancia.

Es importante señalar que la presencia de 18 individuos con el índice de Esquizofrenia positivo, no significa que estos sujetos padezcan en la actualidad esa patología, sino que hoy presentan un trastorno perceptual-cognitivo grave, que señala el riesgo de padecer, en el futuro, serios problemas en el manejo de los datos de la realidad.

Por individuos, 25 han dado un indicador positivo, 14 presentan 2, tenemos 2 con 3 y uno exhibe 5.

El número y la interpretación por sujetos es la siguiente:

a) Índice de Esquizofrenia

positivo

5 sujetos.

Presentan trastornos de pensamiento, desajuste perceptivo con dificultades para percibir el mundo y a ellos mismos, pobre e inapropiada capacidad de juicio, dificultades para captar la realidad a través de la experiencia, incapacidad de control e ineptitud para establecer relaciones interpersonales. Peligro de padecer en el futuro trastornos psíquicos de carácter grave.

b) Índice de Inhabilidad Manejo

Social positivo.

19 sujetos.

Manifiestan dificultades con las demandas y requerimientos sociales presentes en una sociedad compleja como la nuestra. Ineficacia, ineptitud, etc. Pobre capacidad de control, con inhabilidad para iniciar y dirigir respuestas. Inmadurez social con vulnerabilidad potencial para el enfrentamiento con los problemas cotidianos. Estado depresivo subyacente.

c) Índice de Depresión positivo.

Un sujeto.

Estado de ánimo manifiestamente deprimido, evidenciando un trastorno afectivo grave, con emociones de índole muy dolorosa y con sentimientos pesimistas.

d) Índice de Esquizofrenia

más

Índice de Hipervigilancia.

positivos.

Un sujeto.

Lo explicado anteriormente en el apartado "a", y, junto a ésto, la presencia de un estado hipervigilante de alerta perpetua, con fines anticipatorios y de prevención. Actitud negativa y desconfiada hacia el entorno. Suspicacia y vulnerabilidad.

e) Índice de Esquizofrenia

más

Índice de Inhabilidad Manejo Social

positivos.

9 sujetos.

Lo expuesto en los apartados "a" y "b" conjuntamente.

f) Índice de depresión

más

Índice de Inhabilidad Manejo Social

positivos.

4 sujetos.

Lo expuesto en los apartados "c" y "b" conjuntamente.

g) Índice de Esquizofrenia

más

Inhabilidad Manejo social

más

índice de Hipervigilancia

positivos.

Un sujeto.

Lo expuesto en los apartados "a", "b" y "d" conjuntamente.

h) Índice de Esquizofrenia

más

Índice de Hipervigilancia

más

Índice de Depresión positivos.

Un sujeto.

Lo expuesto en los apartados "a", "d" y "f" conjuntamente.

i) Índice de Esquizofrenia

más

Índice de depresión

más

Índice de Inhabilidad Manejo Social

más

Índice de Hipervigilancia positivos

más

Indicador de Suicidio.

Un sujeto.

Lo descrito anteriormente en los apartados "a", "f", "b" y "d", más la presencia de las mismas características y rasgos, de las personas que han efectuado intentos de suicidio, o han conseguido suicidarse, o bien muestran una tendencia hacia la autodestrucción.

(Para ampliación del significado interpretativo de estos índices véase apartado 5.2).

II. Resultados comparación Constelaciones por edad.

Estadísticamente no existen diferencias significativas en el número de Constelaciones positivas en conjunto, entre los sujetos de 13, 14 y 15 años. El número de positivas es proporcionalmente el mismo para todas las edades. En cuanto al número de condiciones de las Constelaciones los muchachos de 15 años sobrepasan a los de 13 y 14 en la Constelación de Suicidio.

A modo descriptivo exponemos que los muchachos de 15 años en su conjunto, no dan positivo en la Constelación Inhabilidad Manejo Social, pero solamente por unas décimas. La diferencia no es lo suficientemente importante para aseverar que existan diferencias significativas entre este grupo y los otros.

III. Resultados comparación Constelaciones por sexo.

Comparando de una manera global el número de Constelaciones positivas por sexo no se aprecian diferencias significativas entre los varones y las mujeres. Ambos dan un número proporcional de positivas.

Ahora bien, por Constelaciones separadas los hombres dan mayor número de positivas en el Índice de Hipervigilancia. Cuatro frente a ninguna de las chicas.

IV. Resultados comparación variables por edad.

Solo hay diferencias significativas entre los sujetos de la muestra por edad, en dos variables; (H) contenido parahumano, en el que los de 13 dan menos respuestas que los de 15, y (Bt) contenido botánica, en la que los muchachos dan menos respuestas que los de 14. Son dos variables que forman parte de dos relaciones entre otras variables, por lo que, por ellas mismas, no tienen peso suficiente a nivel de interpretación. Y, salvo ésto, se puede afirmar que, estadísticamente, no existen diferencias significativas entre los muchachos de 13, 14 y 15 años, en lo que a las variables por separado se refiere.

V. Resultados comparaciones variables por sexo.

Aunque por debajo de la media poblacional, los varones disponen de una mayor capacidad de asociación, visión de conjunto y capacidad de organización de los componentes del entorno, así como de mejor inteligencia abstracta y teórica y más ambición intelectual que las mujeres. Muestran, al mismo tiempo, más capacidad de oposicionismo, más centramiento y egocentrismo.

Las mujeres presentan mejor inteligencia práctica, más capacidad de percibir y reaccionar ante lo obvio y lo natural.

Ambos sexos tienen un exceso de minuciosidad perceptiva, de fijarse en los pequeños detalles, de ver lo no obvio en detrimento de la visión de conjunto, pero en las mujeres esta tendencia está más acentuada.

En el esfuerzo de relacionar elementos, las chicas lo hacen de una manera menos precisa que los varones y su adecuación de la percepción respecto a los objetos observados es más inusual.

El ajuste perceptivo de ambos sexos es deficitario, con poca capacidad de reflexión y de ideación deliberada, más acusadamente en el sexo femenino.

El proceso de pensamiento es más pobre en las chicas. En los chicos en la autoestima y el egocentrismo el resultado es más bajo respecto a ellas, aunque ambos presentan valores menores a la media poblacional.

Respecto al control intelectual, a la simplificación de las emociones en el proceso perceptivo, los dos sexos presentan en grado elevado este sistema defensivo, pero las mujeres en mucho mayor grado.

VI. Resultados comparación muestra con los baremos por edades a través de los apartados denominados Agrupamientos.

Ya hemos dicho anteriormente que no existen diferencias significativas por edad respecto a las variables. ahora bien, como hemos indicado anteriormente los de 15 por unas décimas no dan positivo en el índice de Inhabilidad Manejo Social y esto hace que algunos Agrupamientos presenten variaciones respecto a los de 13 y 14.

A continuación presentamos tablas con los resultados obtenidos:

Procesamiento de la información.

Sujetos 13, 14 y 15 años.

Simplificación percepción estímulos complejos.

Funcionamiento cognitivo simple y elemental.

Posibilidad actuaciones inadecuadas dentro de las normas sociales.

Poca capacidad para tomar decisiones.

Mediación cognitiva

Sujetos 13, 14 y 15 años

Déficit precisión perceptual para la captación de la realidad.

Tendencia a distorsionar la realidad.

Posibilidad efectuar conductas inadecuadas.

Percepción del entorno como amenazante, exigente y poco generoso.

Sobrepersonalización de los estímulos.

Ideación

Sujetos 13, 14 y 15 años

Dificultad para tomar decisiones.

Tendencia a cambios de opinión.

Errores de juicio.

Nivel ideacional bajo.

Reacciones aturdidas y precipitadas ante estímulos complejos.

Elusión de estímulos irritantes, preocupantes o molestos.

Fallos en la capacidad de juicio.

Conceptualización inmadura, simple y poco sofisticada.

Afectividad

Sujetos 13, 14 y 15 años

Poca estabilidad y solidez del mundo emocional.

Reacciones imprevisibles.

Tendencia a no procesar estímulos emocionales.

Funcionamiento psicológico más bajo de lo esperado.

Evitación de la complejidad en cualquier aspecto.

(Para ampliación de estos resultados veánse apartados 10.2, 3 y 4).

15.2 Resultados cuestionario de personalidad H.S.P.Q.

Los resultados alejan poco, a los sujetos de ésta muestra, de la media poblacional.

Varones

Abiertos y sociables dentro de lo esperado.

Bajos de inteligencia.

Lentos de aprendizaje y comprensión.

Funcionamiento emocional normal.

Algo excitables e impacientes.

No inhibidos.

Prudencia y optimismo normal.

Algo despreocupados respecto a las normas sociales.

Obediencia y docilidad dentro de lo esperado.

Socialmente bien adaptados.

Sensibles, impresionables y algo dependientes.

Sin inquietud ni zozobra subjetiva.

Bien integrados, sociables y sin tensión nerviosa.

Mujeres

Algo alejadas y reservadas

Bajas de inteligencia.

Lentas de aprendizaje y comprensión.

Más estables y maduras que lo habitual para su edad,

Reaccionando a los estímulos adecuadamente.

Dominantes y obstinadas,

Entusiastas, optimistas y seguras de si mismas.

Algo despreocupadas respecto a las normas sociales.

Socialmente bien adaptadas.

Independientes y realistas.

Algo irritables, ansiosas y depresivas. Ligeramente autosuficientes y bien integradas, sociables y sin tensión nerviosa.

En cuanto a las diferencias entre los sujetos de la muestra por sexo se evidencia estadísticamente que los chicos son algo más sensibles, impresionables y dependientes que las chicas.

En las diferencias por edad, los sujetos de 15 años son más susceptibles de ser afectados sentimentalmente y tienen menos tolerancia a la frustración que los de 13 y 14. Los de 14 años son más sumisos y obedientes que los de 13 y 15, y los de 13 más que los de 15. (Ver ampliación de estos resultados en el apartado 11.6).

Estas conclusiones se alejan bastante de las obtenidas en el test de Rorschach, con resultados opuestos en bastantes variables de significado similar. Dado que esta clase de pruebas presentan ítems saturados de deseabilidad social y de influencias culturales directas, y que estos adolescentes se apoyan mucho en lo concreto, y tienden a evitar el conflicto y el compromiso, podría ser acertado sospechar que han respondido influidos por estos factores, contestando como ellos suponen se espera que contesten, o como les gustaría poder contestar, con lo cual los resultados obtenidos no reflejan su realidad, o lo hacen en muy pequeña medida.

Se podría determinar que esta clase de prueba no es adecuada para evaluar sujetos de estas características y situación, ya que, posiblemente, mide aspectos más superficiales, y no aporta información sobre la estructura profunda de personalidad de los sujetos.

15.3 Resultados test de Raven.

Los resultados obtenidos por los componentes de nuestra muestra, en lo que respecta al rendimiento intelectual, percepción de relaciones y razonamiento lógico, es el siguiente:

Como podemos apreciar, estos resultados, respecto a la media poblacional, son considerablemente bajos.

En los contrastes estadísticos se aprecia que no existen diferencias significativas entre los varones y las muchachas del grupo. Tampoco entre los grupos por edad. Su nivel de eficacia es equivalente.

En estas conclusiones, dado el bajo número de sujetos en los subgrupos creados, los resultados estadísticos nos advierten que solo se pueden extrapolar estos resultados a la población general de adolescentes acogidos en estos centros, en el caso de las mujeres de 14 años. (Véase 12.6)

15.4 Resultados Escala Factorial de Autoconcepto A.F.A.

Los resultados obtenidos nos permiten afirmar que no hay diferencias significativas por lo que se refiere a la percepción que tienen de si mismos, tanto global, como en las subescalas que lo integran, entre los sujetos de la muestra, ni por sexo ni por edad. Los muchachos no difieren de las mujeres y los de 13, 14 y 15 años, no difieren significativamente entre sí.

En la comparación con los baremos apreciamos que este grupo muestral manifiesta una autoestima altísima, tanto de una forma global. como en la opinión que tienen de sí mismos en general (Emocional), en la significación que su conducta tiene para los demás (Social), la importancia que él cree le atribuye su familia (Familiar), y el grado de satisfacción que obtiene a través del éxito en sus estudios (Académico).

Volvemos a constatar que en esta prueba, al igual que en el cuestionario H.S.P.Q. los resultados son absolutamente opuestos a los obtenidos en el test de Rorschach. De igual forma contrastan manifiestamente con la realidad indiscutible y patente. Estos muchachos tienen un hogar desestructurado, fracaso escolar, futuro incierto, falta de afecto, etc. La atención y el interés que obtienen en los centros es general y profesional, aunque competente, poco personalizada y afectiva. Ninguna de las personas que estaban en contacto directo con estos muchachos se interesó por saber los resultados de estas pruebas, ni psicólogos, ni educadores, ni directiva. Ni de forma global, por el grupo perteneciente a alguno de los colegios, ni individualmente por ningún sujeto en particular.

Podemos atribuir estos resultados a que, como hemos dicho anteriormente, los elementos de la prueba transparentan deseabilidad social e influencias culturales directas. Todo esto nos vuelve a confirmar por tanto, que esta clase de pruebas no sirven para evaluar a muchachos con estas características. (Véase 13.7).

15.5 Descripción respuestas obtenidas en la entrevista estructurada.

La manifestación directa sobre las preguntas planteadas, ha sido la siguiente:

Respecto al centro

Con quien les gusta estar es con los compañeros.

Tienen quejas de las instalaciones, la comida, el personal y los compañeros.

Lo que más les agrada son: las actividades, deportes, fiestas, el trato, las costumbres, el personal y las instalaciones.

Les alegra las buena notas obtenidas en los estudios.

Les disgustan las amonestaciones, las malas notas, las peleas y los robos.

En sus hogares

Cuando están en casa les gusta jugar, ver la tele, la música y el ocio.

No les agrada ayudar en las tareas domésticas.

Se sienten felices cuando la familia se lleva bien.

Son desdichados con la violencia, las peleas y los problemas familiares.

En la casa hay quien quiere cambiar todo, y otros nada.

Algunos desearían tener otra vivienda.

Con quien más les gusta estar es con sus padres y hermanos.

Temores

La muerte.

La oscuridad.

El demonio.

Preguntas

Se cuestionan respecto a la existencia de Dios, sobre la vida, la muerte y el futuro.

Deseos

Tener una familia adecuada.

Ser sujetos "normales".

No padecer precariedad económica.

Ser queridos.

Disfrutar de relaciones afectivas.

Estudios

Formación para el futuro

Asignatura preferida: lenguaje.

Asignatura menos deseada: matemáticas.

Por preferencias: un oficio, carrera de grado medio, licenciatura.

(Véase ampliación de esta entrevista en el apartado 14.3).

15.6 Sugerencias en orden a la prevención y tratamiento.

Es importante señalar que estos muchachos no padecen stress situacional, lo que indica, por lo menos, que las circunstancias y necesidades de orden material, tales como comida, ropa, alojamiento, etc. están adecuadamente suministradas. Hay que reseñar también que el trato que se les otorga es el indicado, y que no manifiestan problemática ni conflictividad con su entorno inmediato. Por lo que a ese respecto la institución cumple su papel.

Ahora bien, los resultados nos indican que existen en estos adolescentes graves problemas psicológicos y de personalidad, que pueden cristalizar en el futuro. Hemos visto que materialmente no se les habían pasado pruebas psicológicas o psicodiagnósticas a ninguno de ellos, aunque las normas de estos centros indican que cuentan con equipos multiprofesionales que les garantizan una atención individual completa y, particularmente, un psicólogo cuya misión es la de realizar intervenciones directas de tipo diagnóstico y psicoterapeútico. También dentro de los estatutos normativos de los centros, está reseñado que se ha de procurar que los menores deben de permanecer ingresados el mínimo imprescindible, y ante la imposibilidad de retorno de un niño a su propia familia, se le han de favorecer medidas alternativas: acogimiento familiar, adopción, etc. Recordemos que los sujetos de esta investigación llevan ingresados una media de cinco años y medio.

A la vista de estos datos está claro que una cosa es lo que ya se sabe que se debe hacer y no se hace, y otra lo que se puede hacer en función de los medios y posibilidades reales.

Es nuestro criterio que primeramente necesitan ser adecuadamente diagnosticados. Bien es verdad que su problemática no manifiesta síntomas aparentes, y que, por tanto, de no ser por circunstancias casuales, no van a ser investigados, pero no olvidemos que la aparatosidad del síntoma puede no ir acorde con la gravedad. Sugerimos por tanto la conveniencia de efectuar psicodiagnósticos de manera sistemática a todo sujeto ingresado. No se puede intentar poner remedio a lo que se desconoce. Obviamente, con psicólogos con la adecuada preparación, con pruebas psicológicas con la suficiente fiabilidad y validez y con la menor deseabilidad social e influencias culturales posibles.

Hemos visto como uno de los factores problemáticos de estos adolescentes es la imposibilidad de crear y mantener vínculos afectivos. Esto nos indica que las experiencias obtenidas a través del primer vínculo de su vida no fueron satisfactorias. Ya expusimos en la primera parte de este trabajo como es, a partir de este primero lazo, que se desarrollan los demás. Con lo cual, si un sujeto no ha podido establecer lazos afectivos adecuados hacia las figuras parentales o equivalentes, y posteriormente hacia los otros y hacia el mundo exterior, tampoco lo va a poder hacer hacia el mundo interior, con lo cual se encuentra paralizado y constreñido "en tierra de nadie". Las estrategias que emplea son las de supervivencia en ese estado, todas ellas estarán encaminadas a poder sobrevivir en esa situación. Como un náufrago que dedica todas sus energías en organizar su isla para no sucumbir y se olvida de enviar señales de auxilio para el rescate o usar creativamente sistemas de salvación para salir de ahí. Con lo cual, estos niños tendrán, aparte de la incapacidad de establecer vínculos afectivos, poca capacidad de introspección, desconocimiento de si mismos, inmadurez, tendencia al aislamiento, inadecuadas y pobres relaciones interpersonales, etc. etc. Aparte, todo su sistema defensivo estará enfocado a no romper ese equilibrio precario, que le permite "ir tirando" hasta que aquello se rompa o estalle, o hasta que la realidad exterior complejice sus demandas.

Siguiendo con el símil, el náufrago se supone viene de un mundo normal, por lo que sus maniobras estarán encaminadas a recobrarlo. Estos adolescentes no, vienen de un mundo duro, violento, precario, donde sus emociones han sido en su mayor parte penosas, y no olvidemos que el sufrimiento psíquico es el más doloroso de los padecimientos, por lo que no pueden tener incentivos para poner en marcha conductas que cambien ésto, e intenten recobrar un bienestar que no han tenido nunca. Lo conocen intelectualmente, porque lo ven en otros, u oyen hablar de él en novelas o medios de comunicación, pero ellos, personalmente, nunca lo han vivenciado. Es muy difícil que crean en algo que no han sentido. Estos chicos no cayeron en la isla, nacieron en ella. Pero si no conocen el bienestar interno, solo el padecimiento, pondrán barreras a todo estímulo emocional, que dan por sentado va a ser disfórico. No quieren "saber nada" emocionalmente, no solo de ellos mismos, sino de cualquier información complicada que se les plantee, por lo que probablemente, tendrán dificultades de aprendizaje, captarán mal la realidad y presentarán un menor desarrollo intelectual del que podrían haber logrado en condiciones más favorables.

Es difícil darles una respuesta a la pregunta de por qué son ellos los desfavorecidos, es casi imposible apaciguar su sentimiento de injusticia o encontrar una justificación a su realidad. Ello lleva implícito una autoestima y autovaloración bajas. Es complicado poder explicarles por qué otros disfrutan de lo que ellos se han visto privados, y más todavía hacerles comprender que deben respetar a los demás, o cumplir las normas sociales. Sobre todo cuando van a tener dificultades para conseguir un oficio o carrera, dado su rendimiento escolar y, con ello, dificultades para conseguir estabilidad económica y seguridad futura. Los temas que se plantean en este campo son, como vemos, duros y difíciles de resolver y en la búsqueda de soluciones deben participar muchas instituciones, no solo expertos en Psicología, pero son éstos los que deben recordar que las carencias afectivas van a influir de modo determinante en el futuro de estos chicos, y ayudar a paliarlas en edades lo más tempranas posible, para evitar sus efectos acumulativos.

Por todo ello, y a la vista de los resultados de la investigación, creemos que básicamente necesitarían:

1. Estar insertados en una familia adecuada, no institucionalizados.

Esto favorecería el proceso madurativo a través de las relaciones interpersonales y las vinculaciones afectivas, por medio de la familia en principio, el colegio, con amigos con otras circunstancias diferentes a las suyas, etc. Ayudando todo ello a desarrollar igualmente el sentido de pertenencia y de posesión.

2. Psicoterapia individual, de corte psicodinámico o cognitivo.

Para aprender a conocerse y entrar en contacto con sus emociones, sentimientos, y su mundo interior en general. Capacitarles para establecer relación con sus afectos y deseos. Conseguir una autoestima adecuada a través de una valoración correcta. Contactar adecuadamente con su realidad interna y con la externa. Ayudarles en el proceso de maduración, etc.

3. Psicoterapia de grupo.

Para el aprendizaje de habilidades cognitivas interpersonales y entrenamiento en conductas sociales.

No debemos de olvidar que vivimos en sociedad, y que el estado, cultura, situación y actuación de cada uno de los miembros que la conforman, incide directa o indirectamente, en cada uno de nosotros. El problema de la deprivación socio-afectiva no va a afectar solamente a los sujetos que la padecen de forma directa, (aunque son ellos los que van a soportar el mayor coste), sino a todos los elementos del cuerpo social, puesto es más probable que entre estos grupos marginales se desarrollen conductas antisociales futuras, que, indirectamente, van a implicar a otros grupos de la comunidad. La reflexión que surge de modo inmediato es si la sociedad debe ampliar recursos para prevenir y neutralizar los efectos devastadores de la marginación, o debe continuar sin atender adecuadamente este problema y luego gastar muchos más recursos para paliar una situación que, en muchos casos, se podría haber evitado. Este es un tema a debate que aún dista mucho de un consenso generalizado y, probablemente, llevará, si todos nos detenemos a pensar sobre él, a un replanteamiento de los costes sociales, tanto en tareas de Prevención, como en Rehabilitación.