Del mismo modo que nuestra economía se recupera de la reciente pandemia, hay muchos comercios de tamaño mediano o pequeño que se encuentran en el proceso de superar los estragos que esta nos ha dejado.
A nivel mundial, han ocurrido muchas distorsiones en los mercados, interrumpiéndose la fluidez de la cadena logística, el encarecimiento de los fletes, falta de personal para los medios de transporte, interrupciones en la manufactura de China por los rebrotes de COVID y, no menos importante, la elevación del precio del petróleo; este último en buena medida por la guerra de Rusia y Ucrania.
En esta situación difícil creemos que los comercios minoristas pueden aprender algunas lecciones valiosas que compartimos con ustedes.
Mantenerse flexibles.
Si bien es cierto los negocios se constituyen sobre ciertos rubros y fundamentos, en tiempos de crisis es necesario ser flexible y tener sentido de urgencia por los cambios que nos ayuden a mantenernos en el mercado. Eventualmente, podrá ser necesario cambiar el modelo de interacción con el cliente, el surtido de productos o incluso hasta el concepto de negocio. Es así, por ejemplo, como muchos comercios en el rubro de entretenimiento nocturno, pasaron a convertirse en restaurantes durante el día, del mismo modo que comercios en otros rubros adaptaron su oferta de productos acorde a las necesidades inmediatas de los consumidores.
Estrategias de precios.
Sabemos que la población en general ha visto sus ingresos reducidos durante y después de la pandemia, por lo que es importante desarrollar estrategias de precios que permitan reducir al mínimo la variación de estos, fortaleciendo de este modo la relación con los consumidores y creando predictibilidad dentro de un entorno incierto, lo que ayudará a mantener e incluso atraer a los clientes. En este sentido, es necesario conocer muy bien las necesidades de mercado y definir la estacionalidad de los productos, así como monitorear a nuestros competidores. Esto nos permitirá mantener un rango de precios competitivo y al mismo tiempo cuidar los márgenes de rentabilidad.
De cafeteria a Bodega durante la pandemia
3. Tecnología
Resulta muy importante apoyarse en la tecnología por diversos factores. Entre ellos, destacan la posibilidad de tener una base de datos de clientes a quienes siempre podemos contactar, así como generar información de inteligencia que permita identificar nuevas tendencias, segmentos, y atender necesidades que, sin tecnología, no se hubieran podido identificar. Estas acciones resultan útiles para maximizar los ingresos, aumentar la base de clientes y el factor de conversión.
4. Diversidad en el abastecimiento
Con las recientes crisis de abastecimiento y demoras en la recepción de inventarios, ha tomado mayor trascendencia tener distintas fuentes de donde podamos obtener mercadería. Si bien es cierto, el manejo de grandes volúmenes con pocos proveedores permite tener economías de escala y reducir costos, también es importante contar con una estrategia de contingencia que permita mantener la cadena de abastecimiento funcionando y con menor susceptibilidad al entorno, desarrollando conjuntamente negocios con proveedores alternativos que, por ejemplo, podrían ser también nacionales.
5. Innovar en tiendas físicas
Con el levantamiento de restricciones sanitarias, los clientes han regresado rápidamente a las tiendas en busca de todo aquello que desean o necesitan. Es una gran oportunidad para innovar, crear experiencias únicas dentro de estos formatos y, en la medida de lo posible, brindar un servicio altamente personalizado a nuestros consumidores. La tienda física es una gran carta de presentación y un excelente medio para transmitir la identidad de la marca.
6. Desarrollar confianza y lealtad
Tan importante como los puntos anteriores resulta el hecho de trabajar en la confianza y lealtad hacia la marca. En un entorno de alta competencia entre comercios minoristas, los clientes valoran no solo a los productos o servicios que obtienen, sino también a la marca como una entidad que transmite confianza y por la que desarrollan lealtad.
7. Encontrar nuevos segmentos de clientes
Desarrollar estrategias que hacen atractiva la marca a segmentos de la población que no han sido atendidos. Por ejemplo, apuntar a grupos de personas jóvenes dentro de una marca de moda tradicionalmente orientada a adultos, o viceversa. Cada uno de estos segmentos tiene necesidades y aspiraciones distintas. Para los jóvenes, debemos pensar en la sostenibilidad de la marca, el cuidado del medio ambiente o en el uso de materiales reciclados. Mientras que, para los adultos, se pueden introducir productos innovadores que están dirigidos al cuidado personal, la comodidad y la atención a la salud
Los recientes acontecimientos nos han llevado a poner énfasis en estas lecciones, muy necesarias para la continuidad de los comercios. Con una visión y una estrategia clara, así como el compromiso de la Dirección de la empresa, es posible conseguir adaptar un comercio a circunstancias cambiantes y mantenerlo a flote incluso en tiempos difíciles.