La resolución de problemas es un elemento básico de la alfabetización y competencia matemáticas. De hecho, los diferentes contenidos numéricos, operacionales, de medida, geométricos… sólo tienen sentido en la medida que sirven para resolver problemas en situaciones con contexto.  

La resolución de problemas representa también una metodología de trabajo en el aula y una manera de entender la práctica educativa y el aprendiaje de los alumnos/as. La resolución e invención  de problemas abiertos, las investigaciones numéricas, operacionales, geométricas… constituyen herramientas de primer orden para que los alumnos/as aprendan.

Las investigaciones matemáticas tienen que ver con poner en juego lo que el alumnado "sabe de números, operaciones, medidas..." para resolver el problema que se plantea. La activación de estos conocimientos es importante, pero más lo es la actividad de inventar un "juego/problema" similar para los demás. 

La invención de problemas supone una actividad matemática de primer orden: inventar de manera correcta un problema significa “dominar” las relaciones matemáticas. Lo cual nos lleva a un sentido más profundo de la actividad: su utilización para hacernos preguntas, resolver dudas y aprender "sobre la marcha" (sin grandes explicaciones previas): utilizar el método de resolución de problemas y la investigación de lo que no sé de manera cooperativa para aprender. 

El proceso de construcción del problema en colaboración con los demás, y la reflexión sobre sus condiciones y su correcta elaboración, es lo que genera aprendizaje numérico y operacional. 

Lo que cada uno pueda investigar e inventar refleja su nivel matemático.