Plutón en Acuario: el karma de una generación

Cuando algunos planetas cambian de signo llaman más la atención que otros. Plutón es uno de ellos pues es el que tarda más tiempo en completar un ciclo alrededor del Sol, y el cambio ocurre luego de muchos años. En estos tiempos estará más de 20 años para nosotros en la constelación de Acuario, y luego pasará al signo de los abismos y la totalidad. ¿Pero cómo será este tránsito?

Asociado a Hades, el dios de los infiernos en la mitología griega, es un planeta con mala fama y clásicamente está asociado a situaciones negativas de robos, abusos, destrucción, delitos... Para referirnos a la mirada esotérica, y sin recurrir a una perspectiva romántica que "suavice" las circunstancias que señala, vamos a considerar procesos en perspectiva. Por ejemplo:

Saturno, el hijo de Urano, transitando Libra puede ser ideal para la buena convivencia, llegar a acuerdos justos, mantener márgenes de maniobra que preserven la chance de regular, desarrollar relaciones balanceadas, mientras que cuando transita Géminis puede llevar a burlarse de las leyes así como a la falta de humor. Cuando un tránsito o posición resulta complicada, el mejor punto de referencia lo encontramos siempre en el signo de exaltación (Libra para Saturno). Con Plutón ocurre lo mismo.

Plutón se exalta en Sagitario, el signo del arquero que con su flecha no ve más allá de lo que tiene en mente, que sigue su propio camino y según su propio entendimiento. Mientras que Plutón es un planeta que reúne fuerza (como Venus), la guarda y almacena (similar a Tauro), y continúa así alimentándose a través de nuestros contactos (con el medio, con personas, con objetos). Pero, a diferencia de la diosa del amor y de la sensorialidad del toro, la mayor parte de la energía que Plutón absorbe la destina al terreno psíquico, incluso la que se genera con la actividad física.

Con Plutón en Acuario, la absorción anterior adquirirá muchísimas variantes de forma y, por el karma de quienes nazcan en el 2º semestre del 2023, cada variante en algún momento querrá ser la primera, la más compartida, la más adoptada, la que predomine. Esto traerá grandes disputas y experiencias convulsionadas. No estará presente la uniformidad de Sagitario ni se buscará el consenso porque, justamente, Acuario es un signo individual que por lo general vive su vida sin ánimo de reproducirse o contagiar. Pero sí es un signo de compartir, transmitir y formar redes. En todo esto, tal vez no haya fanatismos pero sí grandes pujas por concentrar a gran escala.

El problema de este tránsito tal vez sea que, por lo general, los recursos son limitados y no todo puede estar en todos lados al mismo tiempo. Además, las concentraciones inevitablemente generan desbalances, lo que en este período puede generar situaciones de desabastecimiento...

El tránsito también aportará una conciencia muy particular e individual: la manera en que cada persona se conecta con sus propias reservas internas y reúne para sí. El aspecto colectivo de Acuario estará precisamente en esta experiencia surgiendo en cada conciencia y buscando expandirse.

Durante toda la estadía en el signo, el planeta estará aspectando a los nodos del karma humano en Aries - Libra, y en tres momentos clave: a principios, mediados y finales de su tránsito. Así surgirán tres hitos que formarán una secuencia progresiva hacia el desarrollo total de Acuario.  Algunos detalles de cada hito se mencionan más adelante pero la tendencia general será mucho movimiento interno y gran fuerza de voluntad para intentar lo propio, comunicar y promover lo que cada uno considere, y como si no hubiera otra opción. En la vida compartida, será un desafío para la tolerancia y la co-existencia. En lo personal, tendremos un profundo conocimiento de lo que deseamos llevar por dentro, y de cómo lo deseamos llevar.

Hacia abril de 2025 Neptuno ingresará a Aries, disolviendo durezas y promoviendo experiencias de impulso más colectivo que individual. Este tránsito se extenderá hasta Marzo del 2039, e inducirá cambios radicales en la voluntad y motivaciones más básicas, los que se apreciarán mejor a medida que pase el tiempo. Se perderá foco sobre lo que antes parecía estar muy en claro, definido o que, incluso, era deseado. Así surgirá un tono más impersonal y sin autoría que se extenderá a través de muchas situaciones, sea cual sea el campo de acción.

Será un proceso de liberación kármica en el que las urgencias personales irán gradualmente disminuyendo, así como los efectos a futuro que pudieran estar generándose y proyectándose. Este tono de Neptuno es preparatorio para la entrada de Plutón en Piscis (2042) pero, para Plutón progresando el desarrollo de Acuario, los efectos serán distintos.

El dios de los mares potenciará el alcance masivo de acciones y experiencias en general, diluyendo focos de fuerza concentrada y así disminuyendo algunos roces y pujas. Pero con Plutón en Acuario, la actividad y los caudales en juego irán aumentando cada vez más en alcance y particularidad, con picos particularmente conflictivos cuando aspecte a los nodos del karma que aquí interesan (Aries - Libra). Las individualidades, entonces, tenderán a convertirse en masivas. En este contexto, Neptuno en Aries aportará un tramo de aproximadamente 13 años hasta el 2042 en el que se hará énfasis tanto en deseos personales como en comuniones, en acciones compartidas y también en otras más independientes (1).

Julio de 2023 trae un ciclo kármico con los nodos del satélite ingresando a los signos de Aries y Libra desde el 18 del mes. Para saber más detalles, hay que mirar cada carta natal y ver cómo se relacionan el Sol, la Luna natal, los planetas y otros puntos importantes con estos nodos. Cualquier estimación general puede cambiar con un sólo indicador astrológico ubicado en un área o convergencia especial.

De todas formas, a los nodos en estos dos signos se los suele considerar aportando conciencia individual (Aries) y conciencia de relación (Libra). Como ocurre con cualquier otro par de opuestos, cada uno se define por el contrario. En el karma de Aries veremos impulso de acción, iniciativa, individualidad, deseo de comenzar y de llegar a destino aún antes de haber partido, con la frescura de los primeros momentos en cualquier actividad, con el pensamiento claro y sin confusiones. Mientras que el karma de Libra parte de la mirada puesta siempre en el dos que supone toda compañía, en la consideración de las otras personas, la alternancia con la postura ajena, también la especulación según la posición ajena, el balance como tendencia (no tanto como resultado, ya que al instante de haberlo rozado surgirá nuevamente Aries impulsando hacia algún objetivo puntual, lo que alterará el equilibrio).

Las personas nacidas en este ciclo de nodos experimentarán un karma que estará muy a tono con el tránsito de Plutón (2).  Lo que a otras generaciones les pueda parecer décadas de desórdenes o luchas muy pronunciadas, los recién nacidos vibrarán con fluidez a medida que se sucedan los acontecimientos, y no debería asombrarnos ni la facilidad con que vivirán las cosas ni la perspectiva cabal que nos aporten aún desde temprana edad. Será una generación que ha previsto, que sabe de antemano, que no precisa de preparación. Son personas que traen un karma de expansión, de conocimiento incorporado y de trascendencia de objetivos, de mucha habilidad para despojarse desde la raíz y también muy drásticamente.

Todo esto lo expresarán de manera particularmente vívida luego de los 20 años, cuando Plutón ya haya finalizado su tránsito por Acuario. Pero previamente habrán ocurrido tres momentos kármicos muy especiales, instancias que serán vividas en tiempo presente pero que estarán traduciendo cómo ha sido el karma que los trajo al mundo.

Las cartas natales de quienes nazcan entre julio y diciembre de 2023 traen un karma bastante intenso que será difícil de canalizar en actividades concretas o hacia rumbos definidos. No siempre tendrán un ánimo estable y puede que experimenten altibajos en el área económica, mucha inconstancia y un repunte permanente que prácticamente no los dejará descansar.

Estas personas estarán muy conectadas con sus afectos y con lo que les aporte creatividad, y establecerán relaciones bastante dinámicas (incluso los taurinos). Pero les resultará difícil tomar decisiones, definir un rumbo o concentrarse en algo que particularmente deseen. Tampoco les parecerá muy importante establecer una dirección a largo plazo o incluso conservar lo que poseen. El registro de la experiencia que puedan guardar durante estos meses será un hito para, en años posteriores, observar hacia dónde destinan la energía, cómo se relacionan con sus pares y cuánto empeño y constancia ponen en lo que anhelan.

Otro rasgo del karma natal es que vibrarán con la experiencia sensorial de cada momento, y no se preocuparán mucho por las indefiniciones. También  acumularán mucha conciencia acerca de lo que desean, de los intercambios, de lo que combina o no combina, de cómo los sentimientos y los vínculos crecen o decrecen.

Estas características podrían ser difíciles para otras configuraciones del cielo pero quienes nazcan durante este período no lo vivirán así ya que en sus cartas no hay tendencia kármica que oriente hacia alguna dirección destacada, o mismo que esté favorecida o sea difícil de expresar en las condiciones de vida diaria. La inconstancia e indefinición simplemente serán, mientras la abundancia les llegará y también se irá sin que les importe mucho.

También estarán ampliamente cómodos con las circunstancias que les toquen, incluso cuando no obtengan resultados concretos. Han nacido para no dejar restos kármicos, luego de haber transitado por el mundo y de haber formado vínculos. Posiblemente desvitalicen muchas situaciones, lo que en términos esotéricos significa remover tendencias y proyecciones en el eje evolutivo. Si en el proceso las cuestiones materiales no fuesen plenamente alcanzadas, es porque estarán cambiando áreas, relaciones y formas, como si en ello se les jugara la vida.

Como se mencionó, los hitos ocurrirán durante el inicio, tiempo intermedio y final del tránsito de Plutón en Acuario (se mencionan sus grados cuando inicia cada contacto con los nodos). Los contactos son dos cuadraturas iniciales a ambos nodos (2023), luego serán sextiles al nodo en Aries (2033, 2042), y se formarán siempre en fechas cercanas al ingreso del eje lunar en la polaridad (últimos grados de signos). En la tabla se mencionan las posiciones del Nodo Norte en el hemisferio sur para esas fechas (para el hemisferio norte, invertir la polaridad de signos).