Cirugía oncológica

Tanto el hueso como el resto de los tejidos del sistema musculoesquelético son susceptibles de enfermar y verse afectados por distorsiones en el control celular. El papel del traumatólogo en estos procesos incluye la toma de muestras para el diagnóstico (biopsias), la escisión del tumor -cuando está indicado- y la reconstrucción, en lo posible, de las estructuras dañadas.


Los tumores benignos del aparato locomotor son relativamente frecuentes y en muchas ocasiones únicamente necesitan seguimiento y control. En otras ocasiones distorsionan la estructura anatómica en cuestión y producen irritación de los tejidos adyacentes, o bien debilitan las estructuras esqueléticas. En estos casos puede ser necesario el tratamiento quirúrgico para la prevención de fracturas o para el control local de los síntomas.


Los tumores malignos del sistema musculoesquelético afortunadamente son poco frecuentes. Generalmente necesitan tratamiento quirúrgico asociado a terapias adyuvantes (quimioterapia, radioterapia), en función  del tipo celular específico. El objetivo principal es el control de la enfermedad. En ocasiones puede reconstruirse el aparato locomotor mediante cirugías muy específicas. En otras ocasiones no es posible salvar la extremidad.


Las metástasis de tumores situados en otra localizaciones afectan con cierta frecuencia al hueso, siendo necesario el tratamiento para la prevención de fracturas y el control local de la enfermedad.