El cambio climático en México se expresa en un aumento de la temperatura equivalente a 1.5 ºC en los últimos 100 años y un incremento de la precipitación en 9% en todo el período.

Tanto las emisiones de gases de efecto invernadero, en general, como las de CO2 en particular, aumentan en forma importante y persistente hasta 2008, para iniciar luego una tendencia a la estabilización y el descenso.

Los costos por degradación del patrimonio natural del país equivalen a cerca del 4% del PIB en una proporción decreciente desde el año 2000, cuando esta cifra llegaba al 6%. El agotamiento de recursos, es de más del 1% del PIB, e igualmente tiene una tendencia decreciente.

De ahí que, además de descontar al PIB el consumo de capital fijo -que equivale a cerca del 14% del total-, deben descontarse los costos ambientales de cerca del 5%, ya que el valor total estará siempre afectado por estas cuentas.

El consumo per cápita de energía crece sostenidamente entre 1971 y 2012 a una tasa media anual de 8.4%, momento a partir del cual modera su crecimiento. La matriz energética del país indica un crecimiento de las fuentes no renovables que en 1970 significaban el 55% de las utilizadas para la producción eléctrica y que en la actualidad alcanzan el 82%.

Comportamiento de los indicadores durante las últimas seis administraciones federales.