La llegada del siglo XVI supone cambios radicales en la historia, las artes y el pensamiento europeo. Todos estos cambios se deben a distintos factores.
Geográficos: el descubrimiento de América demuestra que muchas concepciones previas (como los límites del mundo) eran erróneas y hay que abrirse a nuevas posibilidades y cambios en todos los ámbitos.
Políticos: se consolidan los estados nacionales y hay un período de relativa estabilidad tras los constantes períodos de guerras medievales.
Religiosos. Distintas ramas del Cristianismo se van abriendo camino y no hay una religión única y unificadora.
ideológicos. Dios deja de ser el centro del pensamiento. Su lugar lo ocupa el ser humano, que deja de concebir el mundo como un valle de lágrimas y como un paso necesario para alcanzar el Paraíso y ahora lo considera un lugar digno de ser disfrutado.
Artísticos. Se recuperan temas, modelos e influencias de la cultura clásica griega y latina.