Para poder realizar una impresión 3D necesitamos un modelo diseñado en tres dimensiones que poder reproducir. Para todo el proceso de creación y preparación para la impresión utilizamos:
Software de diseño.
Software de laminado.
Además, la impresión 3D tiene diferentes usos y aplicaciones, entre los que están presentes los destinados al ámbito educativo.
Os dejamos con una presentación que nos permite ver las posibilidades de la impresión 3D y la cultura Maker en educación.
Las impresoras 3D de adición, en las que se va añadiendo el material a imprimir por capas (también se llaman “de inyección de polímeros”). Conocida como impresión por deposición o extrusión (Fusion Deposition Modeling, FDM), el objeto se forma mediante la adición de capas de un material que va fundiendo un cabezal o extrusor.
Las impresoras 3D de compactación, más caras que las de adición, pero también bastante más precisas; son aquellas en las que una masa de polvo se compacta por estratos (capas). En este grupo se pueden distinguir 2 tipos:
SLA, conocida como fotopolimerización o estereolitografía. En este caso se realiza mediante una luz ultravioleta o láser.
Compactación mediante láser o SLS (sinterizado selectivo por láser). El láser de la impresora compacta un material en forma de polvo, similar al yeso. Se van añadiendo capas de este material y solidificando las diferentes áreas para ir dando forma a la pieza.
Aunque existen multitud de materiales con los que se puede imprimir en 3D, por su popularidad, vamos a centrarnos en los polímeros o plásticos.
Dentro de este grupo los más destacados son:
En este artículo de 3D Natives o en este otro de Tecnonauta puedes ampliar tus conocimiento sobre los distintos materiales que se usan en la impresión 3D.
La impresión 3D necesita de un diseño previo. A la hora de diseñar objetos en 3D tenemos múltiples posibilidades, de modo que dependiendo de nuestras necesidades podremos elegir entre diferente software:
FreeCAD (enlace en inglés). Es un programa multiplataforma (Windows, Mac y Linux) de modelado 3D creado inicialmente para diseñar objetos de la vida real de cualquier tamaño. FreeCAD es de código abierto y altamente personalizable, programable mediante scripts y extensible.
SketchUp. Este programa de modelado 3D, disponible para distintas plataformas, destaca por su facilidad de uso. Tiene versiones gratuitas para docentes y estudiantes.
Tinkercad. Es un programa de diseño 3D accesible online, desde un navegador, y funciona en cualquier plataforma siempre que el navegador soporte HTML5/WebGL. Los navegadores recomendados son Chrome y Firefox. Tinkercad destaca por su facilidad de uso, gracias a la utilización de formas prediseñadas que se pueden combinar y modificar dando lugar a todo tipo de objetos en 3D. Otra de sus principales características es el almacenamiento en la nube, lo que nos permite acceder a nuestros modelos desde cualquier ordenador, así como la posibilidad de importar modelos en 2D que pueden ser convertidos fácilmente en objetos 3D.
Una vez diseñado el objeto 3D que queremos imprimir, para procesarlo en el software de laminado, es necesario exportarlo a unos tipos específicos de archivos que definen la geometría de los objetos 3D y que son los que admiten dichos programas de laminado cuya extensión debe ser .stl o .obj*.
Los archivos .stl deben ser transformados, a su vez, en un archivo que pueda ser “leído” por la impresora. Para este cometido podemos elegir entre:
Cura*. Esta aplicación Open Source está disponible para distintos sistemas operativos (Linux, Mac y Windows) y destaca por su versatilidad, puesto que puede dar respuesta tanto a usuarios noveles como a expertos gracias a sus más de 200 posibilidades de ajuste.
Simplify*. Esta aplicación de pago, disponible también para Linux, Mac y Windows, destaca por su gran capacidad de configuración, así como por la optimización para la impresión con doble extrusor. Existe una versión educativa con todas las funcionalidades de la original a un precio más reducido.
* Enlace en inglés.