Inseguridad e Incertidumbre

TRABAJAR LAS EMOCIONES

Los comentarios de los estudiantes de primer año pone en evidencia que la experiencia de estudiar en la universidad es mucho más difícil de lo que pensaban. Por supuesto no es así para todos, esto depende de varios componentes, las condiciones  personales y sociales que nos rodean, son tan particulares y  diferentes como somos los seres humanos. Si es cierto que aprender el “oficio de estudiante” es una tarea que requiere mucho esfuerzo, tiempo  y dedicación, sucede que algunas veces se puede sentir frustración por la cantidad de contenidos y tareas. Tener la sensación de que aún cuando no comprendiste un tema,  en las clases se sigue avanzando en el programa, tu tiempo de aprendizaje no guarda relación con  el  ritmo tan acelerado  del dictado.

En este camino universitario también se extraña estructuras institucionales, el secundario era distinto en muchos sentidos: horarios, ritos, trámites, reglamentos, relaciones con los docentes, con el personal administrativo, con los compañeros. 

¿Y qué sucede en la virtualidad? Pareciera que las dificultades se intensifican cuando estamos trabajando solos en la red,  En suma, toda  experiencia buena o mala incide en el rendimiento académico.

NO ES MOTIVO PARA DESANIMARSE

El aprendizaje es un proceso complejo, no se produce de igual modo en todas las personas, es subjetivo y personal, y hay condiciones del contexto que muchas veces no se pueden cambiar, lo social impone modos de pensar, de actuar. El aprendizaje es necesariamente global, integral, la comprensión de los contenidos no se puede dividir entre “parte teórica” y “parte práctica”, aunque en las materias se separe así el dictado.  

Tomar conciencia de todas estas cuestiones ya es un gran paso. Sé un observador de ti mismo, de tus pensamientos, de tus acciones, de tus vínculos, tus interacciones. El oficio de estudiante necesita de momentos de reflexión, de pensarse a sí mismo, de evaluar fortalezas y debilidades.

¿La universidad es diferente del secundario? 

Sí lo es,  ni mejor ni peor, cada cual la transita a su modo, pero ten presente que para poder sentirte a gusto en este nuevo ambiente debes hacer el esfuerzo.

¿Cómo?

Trabajar en conocer más el nuevo contexto,  estar abierto a construir nuevos lazos, a tener una relación distinta con el conocimiento, a permitirte  sentir y actuar como un profesional desde el primer año mediante el compromiso con el saber científico. Todo ello hará posible que te apropies de la institución universidad

¿Qué prácticas me llevan a esto? ¿Por dónde comenzamos este entrenamiento? ¿Cómo las desarrollamos?

Desarrollar ciertas habilidades del pensamiento  a través del razonamiento lógico, de la resolución de problemas, de la resolución de  tareas,  de leer el material teórico pensando en su aplicación.

Tratar con los profesores, consultar las dudas sobre todo cuando no comprendas las consignas.

Estudiar con compañeros,  para compartir conocimientos, para cuestionar los conocimientos, para escuchar y rectificar o ratificar con fundamentos científicos.

Dedicar tiempo a lo metacognitivo, es decir a pensar sobre tu propio razonamiento, analizar tus emociones, tus errores y aciertos. 

Según Daniel Goleman (2007), psicólogo y filósofo, la inteligencia emocional es la capacidad de sentir, entender, controlar y modificar los estados de ánimo propios y los de las personas que nos rodean.

Por ello, los especialistas insisten en la necesidad de desarrollar este tipo de inteligencia, porque esto puede determinar la visión de mundo y la forma en la que nos relacionamos con él. Por lo tanto, es uno de los responsables del éxito o fracaso que podamos tener en todas nuestras áreas de vida, ya que el éxito de una persona no depende solamente de su coeficiente intelectual. También nos dicen que  no existen emociones negativas ni positivas, ya que, todas son necesarias en algún momento. Sin embargo, la manera en la que demostremos dichas emociones va a determinar sí es positiva o negativa.

Entonces,  ¿cómo puedo trabajar en mi inteligencia emocional? - Aprovechamos un blog que nos gusto mucho-

- El autoconocimiento, lo principal es aprender a ponerle nombre a las emociones, por ejemplo: ¿estoy triste o enojado? Ya que de esta manera vamos a buscar respuesta a cada estímulo, y para futuras experiencias vamos a encontrar la mejor emoción para reaccionar.

- Trabajar en controlar las emociones que nos generan ciertas situaciones, analizarnos, hacernos preguntas sobre por qué actué de esa manera? ¿Me favoreció o no actuar así? 

- Es más sencillo dominar una emoción si logras identificar cuál es. El conversar con alguien de lo que estás sintiendo, compartir con un amigo o familiar que sepamos nos va a apoyar y no tener miedo a mostrar esa parte de nuestro interior que estamos experimentado. El poder decir “Estoy muy feliz”, “estoy triste porque…” nos ayuda a trabajar en nuestras emociones. No necesariamente compartir con otro ser humano, poder escribirlo, expresarlo de otra manera como realizando  actividades artísticas que nos gusten como la pintura, el canto, escribir entre otras actividades que permitan expresar lo que sentimos. . Muévete 

- El deporte y actividad física nos permite canalizar las emociones de manera saludable. 

- Pero si realmente llegas la conclusión que que tus emociones salen de control y no sabes qué más hacer puedes contactarte con algún profesional de ayuda. Estas personas te dirán más que un simple consejo, te acompañarán de manera profesional, no debes tener duda de ello.