Introducción


Es absolutamente indispensable comprender el santuario hebreo para poder comprender las profecías de Daniel y Apocalipsis.


El libro de Apocalipsis, de comienzo a fin, sigue en orden perfecto la secuencia de los pasos de Jesús a través del santuario hebreo.


No se puede subestimar la importancia de Juan 14:1-3 y su relación con los libros de Hebreos y Apocalipsis: ¿En qué sentido fue Cristo a preparar lugar para nosotros? ¿Fue tan solo para construir casas para nosotros? ¿Está Jesús ahora en el cielo sembrando árboles y flores y construyendo casas?

¡El que creo el mundo y todo lo que está en él en seis días, no necesita más de dos mil años para sembrar árboles y construir casas! Aunque no cabe duda que Jesús nos está preparando un hermoso lugar, es por medio de la obra que desempeña en los lugares santo y santísimo del santuario celestial que prepara el lugar. En Apocalipsis y también en Hebreos el énfasis recae sobre la obra celestial que desempeña Jesús para preparar un lugar para Su pueblo. En Juan 14-17 el énfasis recae sobre la obra que hace el Espíritu Santo en el templo espiritual en la tierra a fin de prepararlo para ir al lugar.


Repasemos, pues, los pasos que toma Jesús en el cielo para preparar lugar para nosotros:


Un viaje de la casa del Mesías


x El campamento: Tejer un manto de perfecta justicia.


x El altar del sacrificio: Pagar la sentencia por el pecado.


x El lavacro: Resucitar para cumplir la siguiente función.


x El lugar santo: Interceder por individuos que por el arrepentimiento reclaman los beneficios de su obra terrenal.


x El lugar santísimo: Examinar la sinceridad del arrepentimiento de los que profesan su nombre.


x El Atrio (de nuevo): Los pecados que fueron perdonados por la sangre del macho cabrío de Jehová son colocados sobre el originador e instigador del pecado.


x El campamento (de nuevo): Jesús regresa al campamento de los santos para habitar con ellos para siempre (Apocalipsis 21:2-4).


El Deseado de Todas las Gentes y Los Hechos de los Apóstoles


El Deseado de Todas las Gentes describe los tres pasos (su vida perfecta, su muerte y su resurrección) de la obra terrenal de Jesús en el campamento y el atrio. Los cuatro evangelios también describen estos tres pasos y mencionan con brevedad el cuarto paso (al iniciar su ministerio intercesor Jesús prometió enviar el Espíritu Santo)


x Su vida (DTG 11-635)


x Su pasión y muerte (DTG 636-713)


x Su sepultura (DTG 714-724: “En la Tumba de José”)


x Su resurrección (DTG 725-731: “El Señor ha Resucitado”)


x 40 días sobre la tierra (DTG 732-768; Hechos 1:3)


x Su ascensión (DTG 769-775: “A Mi Padre y a Vuestro Padre”)


x La instalación de Jesús como sumo-sacerdote en el lugar santo del santuario celestial (HA 29-46: “El Pentecostés”, “El Don del Espíritu”; Hechos 1, 2; el sacrificio y el fuego)


Los servicios del santuario eran y son bipartitos


x El servicio diario (obra que transpira en el campamento, el atrio y el lugar santo)


x El servicio anual (obra que se desarrolla en el lugar santísimo y en el atrio al concluir el día de expiación (Yom Kippur)


El ministerio en el campamento y el atrio: vida, muerte y resurrección


El libro de Apocalipsis no le da realce a la obra de Cristo en el campamento y el atrio pues el propósito del libro es detallar al ministerio celestial de Jesús en los lugares santo y santísimo. No obstante, en la introducción al libro s hace alusión a la obra terrenal de Jesús:

x Apocalipsis 1:5: Jesús nos amó y nos lavó con su sangre (los verbos están en pasado)


“Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de los siete espíritus que están delante de su trono; 5 y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre, 6 y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.”

x Apocalipsis 1:17, 18: Jesús murió y resucitó (vea Tito 3:5)


“Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último; 18 y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.”


Nota: Cada sección de Apocalipsis comienza con una visión secuencial del santuario. Si no comprendemos el santuario tampoco podremos comprender el libro de Apocalipsis ni seguir a Cristo en su obra de salvación.


Únete a nuestro canal de Telegram, dónde encontrarás noticias de actualidad profética, análisis de las profecías de los libros de Daniel y el Apocalipsis...


Haz clic en el siguiente enlace:


https://t.me/noticiasdeladvenimiento