Ingreso al SAI-RDD
Para ser parte del "SAI", publicar tu ofrecimiento en "Rubros" de la Red de Intercambio,
enunciarte en la lista de "Prosumidores" requieres primeramente ingresar a la RDD, cumpliendo con los pasos
descriptos en "Ingreso Consciente" que encontrarás en el siguiente enlace:
"RDD - Red de Democracia Directa"
Motivos de baja del sistema
-Por solicitud del Prosumidor.
-Por incumplimiento de lo pautado (acuerdos y compromisos) en tiempo, forma, calidad y buen trato humano.
-Ante los casos de posible “malentendido o conflicto” entre los prosumidores se convoca al Grupo de Ética Interpersonal de la RDD (o del Nodo o Asamblea correspondiente) para lograr una mediación entre las partes -sólo si fuera necesario- y luego de dicha intervención se decide acerca de dar de baja -o no- a un adherente.
-Al momento de dar de baja a un adherente del SAI se lo ingresa a una Base de Datos (“Bajas”) y se comunica al resto de los Nodos o Asambleas para que tengan conocimiento de dicho cambio.
-Las bajas del SAI son definitivas e irrevocables, es decir, quienes sean dados de baja por algún tipo de incumplimiento de las Pautas de Funcionamiento no podrán volver a ingresar al SAI de la RDD, ni a ningún otro Nodo o Asamblea relacionado a la RDD. Esto es así, debido a que funciona como "Garantía de Excelencia" dentro de la estructura operativa de la RDD.
Utilidad
En principio, es una metodología que puede parecer como una buena alternativa a la crisis global creciente y que, gracias a ello, permite funcionar como una vía complementaria al sistema económico monetario tradicional, para amortiguar la creciente pobreza estructural generalizada. Aun así, la potencialidad más importante que ofrece el SAI es que, luego de darse un proceso de transformación necesario, este sistema puede convertirse en un Régimen Económico Libre y Soberano, perteneciente a Los Pueblos y no a los estados ni a los bancos.
Este sistema, el SAI, permite viabilizar el flujo de la labor humana -el “trabajo”- entre los individuos y las comunidades, evitando la intermediación y el control de entes abstractos con intereses privados, realizándose bajo una forma ordenada, transparente y, sobre todo, segura.
La metodología propone que la labor de un individuo hacia otro se compense con la labor de un tercer individuo, que también esté incorporado a la Red. De este modo, lo que siempre se intercambia es labor por labor, usando un parámetro común elegido para poder cotejarlo, lo cual en principio se aconseja usar como símbolo de medida al mismo valor de “mercado” que dicha labor tiene comúnmente, pudiéndose también cotejar como valor de medida a la cantidad de horas empleadas en cada prestación, e incluso, mejor aún, valorar la complejidad y los riesgos que están contenidos en dichas labores o servicios. Entendiéndose de este modo que, si bien todas las labores son necesarias y por lo tanto importantes, aun así la diferencia entre ellas puede estar dada por: la formación o capacitación previa, la experiencia, la exigencia física y el riesgo de salud, que ellas requieran para poder ser realizadas en forma eficiente, lo cual conllevaría un serio análisis para alcanzar el establecimiento de segmentos o tipificación del valor de las horas/hombre.
Durante el período en el cual aún no se hayan incorporado dentro del circuito del intercambio a todas las actividades necesarias para la vida de una comunidad, lo que permite la implementación del SAI es disminuir la erogación del dinero destinado a costos de mano de obra u honorarios, ya que ello es provisto por la Red y puede ser compensado desde allí.
Sintetizando, el beneficio del SAI es que permite primero crear y regular el Intercambio de labor por labor, y resolver inmediateces cotidianas y locales para la subsistencia Humana. En segundo lugar, nos abre el camino a la transformación del paradigma económico global, permitiendo la creación de una Economía Soberana, Autárquica y regulada por los Pueblos, mediante la Democracia Directa, decidiendo todo tipo de política comunitaria -“de Estado”- en forma consensuada por los pobladores, sin partidos políticos, sin bancos, sin especulación financiera abstracta ni transnacional, sin deuda, sin inflación, sin devaluación, sin pobreza, sin riqueza, sin depredación, sin contaminación, sin consumismo, sin alienización ni transhumanismo.
Este tipo de economía y política combinada nos transporta hacia la nueva Civilización Humana libre, abundante, pacífica y feliz, que las Repúblicas o los Estados Nación -en vías de desaparición- nunca hubieran podido generar, ya que su base conceptual garantiza la imposibilidad de que ello sucediera.