Inicio de las apariciones

1. El comienzo de los hechos

Antes de comenzar las apariciones de la Virgen María, fui preparado en sueños por el Señor, para este trabajo que iría a pedirme a mí y a mi madre. En varias ocasiones, el Señor me dio revelaciones en sueños, que en realidad eran una preparación para las apariciones de la Madre de Dios.

El sábado en casa, el día 30 de abril de 1994, mientras rezaba el rosario con mi familia y mis amigos, oí una voz muy hermosa de una joven que me dijo:

¡Reza con el corazón!

Miré a mí alrededor para ver quién era y no vi a nadie. Sólo vi a mi familia y a mis amigos que rezaban con la cabeza inclinada y los ojos cerrados. Me pensé para mí mismo: “¿De dónde vino esta voz y quién es?” Seguí rezando el rosario y durante el tercer misterio escuché de nuevo la voz que me dijo:

¡Reza el Rosario todos los días!

Una vez más abrí los ojos rápidamente y miré alrededor pero no vi a nadie, solamente a mi familia y a mis hermanos que rezaban conmigo. Me quedé pensando en lo que acababa de oír y parecía como si mi corazón vibrase y fuese a explotar de paz y alegría.

Cuando íbamos a rezar la Salve y nos arrodillamos, miré a la imagen del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María, que se estaban en la pared de la sala de la casa y vi que estaban diferentes, como si se hubieran vuelto vivos o se fueran a venir fuera de la pared. En este punto, oí de nuevo la voz hermosa de aquella joven , que viniendo de la dirección de la imagen del Inmaculado Corazón de María, me dijo:

¡Estoy llegando, espera!

Al final del rosario, cuando mis amigos se habían ido, llamé a mi madre y le relaté lo que había sucedido. Me sentí en mi corazón que tenía que hablar solamente a ella. Lo mismo ocurrió cuando mi madre vio a la Virgen por segunda vez. Ella fue inmediatamente a mi habitación a despertarme y decirme que la había visto. Comprendí más tarde que la Virgen estaba así escogiendo tanto a uno como al otro para la misión de evangelizar en el Amazonas con sus mensajes sagrados.

2. La primera aparición de María del Carmen: 2 de mayo de 1994

Las apariciones de la Virgen comenzaron el día 2 de mayo de 1994. La primera persona que vio a la Virgen fue mi madre, que se llama Maria do Carmo. Este hecho tuvo lugar en la sala de nuestra casa, cuando estaba en la oración bastante temprano, sobre las 4.00 de la madrugada.

Después de haber rezado el rosario, fue sorprendida por una luz brillante que iluminó toda la sala en donde se encontraba. Dentro de esta luz estaba una hermosa joven, que llevaba un largo vestido blanco que le llegaba hasta los pies, y un manto del mismo color, que le cubría la cabeza y los lados.

Ella sostenía con ambas manos un rosario de cuentas azules y mostrándolo a mi madre dijo:

¡Reza, reza!

Esta fue la primera aparición. En realidad, esto sucedió un lunes. El sábado anterior a ese día, 30 de Abril, estaba rezando con mis hermanos y amigos ante el altar de Nuestra Señora en esta sala. Durante la oración oí una voz muy hermosa que dijo: “Reza con el corazón. Rece el rosario todos los días. Estoy llegando: ¡espera!” De ahí en adelante, ya sea para mí o para mi madre, Jesús, la Virgen y San José aparecían y nos daban mensajes que invitan a toda la humanidad a la oración, a la conversión y a un cambio de vida más santa.

Un hecho tocante fue que en la primera aparición de Nuestra Señora mostró mi hermano Quirino a mi madre. Mi hermano murió accidentalmente en 1989, el 1 de septiembre, mientras jugaba. Esto hizo que mi madre sufriese mucho y todos nosotros. Nuestra Señora en la primera aparición mostró a mi hermano a mi madre para decirle que estaba con Dios y con ella en el cielo y que estaba bien y que mi madre rezase mucho para verlo un día de nuevo allí en la gloria del Señor.

“Estaba en la habitación de mi hermano y había comenzado a rezar el rosario. En el armario había una pequeña imagen de Nuestra Señora Rosa Mística. Era por la mañana, alrededor de las 10. Mi madre se unió conmigo en la oración del Rosario y cuando estábamos en el tercer misterio, la imagen de la Nuestra Señora quedó encendida y comenzó a crecer hasta llegar a ser del tamaño de una persona. En ese momento no vi nada. Sólo Nuestra Señora que estaba allí, delante de mí, viva y sonreía, teniendo las manos unidas en oración y que me miraba. Ella abriendo las manos, fue bajando los brazos como si estuviese derramando gracias sobre nosotros y sobre el mundo. Poco después desapareció. Esto duró unos 6 segundos. Fue muy rápido. Creo que si hubiera durado un poco más había muerto, porque la emoción fue muy fuerte que se sentía como si mi corazón iba a salir por la boca de tan maravillado y emocionado que quedé. Le pregunté a mi madre si ella había visto algo y ella me lo confirmó diciéndome prácticamente la misma cosa que yo había visto. Fue precioso. Nunca olvidará ese día. Era el 31 de mayo de 1994. “

Desde entonces, Nuestra Señora comenzó a venir diariamente. Muchas veces, se apareció como está representada en sus diversas apariciones que tuvieron lugar por todo el mundo o en sus imágenes. A veces se lleva en la cabeza una corona dorada muy bonita con piedras preciosas y en ocasiones pequeñas estrellas doradas, en número de 12, que forman un bonito círculo. Cuando le pregunte el 21 de mayo de 1994, cuando rezaba en casa con mi familia y amigos:

¿Quién se está apareciendo a mi madre y está hablando conmigo?

Ella dijo:

“¡Soy la bienaventurada Virgen María, la Madre de Jesús!”

Su voz es tan bonita que al escucharla mi corazón latía fuerte y vibraba, como nunca había ocurrido en mi vida, parecía que se había dilatado y crecido en mi pecho. Quedé muy emocionado en ese día. Quería permanecer allí para siempre, porque nunca me cansaría de escucharla. ¿Quién puede entender lo que estoy diciendo? Sólo quién pasó o pasa por una experiencia semejante.