Cada persona pueda sentirse segura, respetada y querida tal cual es, sin juicio y sin tener que agradar a nadie para ser reconocida.
Poder “ser”, autoconocerse y relacionarse con el otro en un clima de respeto y confianza, a través de relaciones que nos enriquezcan a todas.
Poder explorar, investigar y desplegar todos sus dones y talentos.
Estemos acompañadas por personas adultas conectadas consigo mismas, capaces de ver cuáles son las necesidades de cada niño y cada niña y adecuar a ellas el proceso de aprendizaje.
Se esté permanentemente conectado con el exterior, de forma que se desarrolle la capacidad de análisis crítico (de las características, los problemas y las necesidades) del entorno social desde una perspectiva de justicia, responsabilidad y compromiso social, y de forma que se proporcione el marco adecuado para plantear y desarrollar estrategias colectivas de transformación social.
Lo que nos diferencia y nos hace únicos e irrepetibles nos une y nos enriquece a tod@s. Sin juicio, sin evaluación, validando....donde cada uno encuentra su lugar, descubre su potencial y lo despliega en un clima de seguridad y respeto.
Todos puedan ser, estar e investigar según su individualidad , y en el que existan relaciones interpersonales que creen curiosidad, y por tanto diversos tipos de aprendizaje, en un clima de respeto y vinculación.
Sea posible una educación saludable y respetuosa, para el crecimiento personal y el desarrollo de las capacidades individuales para vivir una vida plena y mejorar la sociedad.