Prevención de caídas
La prevención de caídas se erige como un pilar fundamental en la promoción de la salud y el bienestar, especialmente en poblaciones susceptibles como los adultos mayores. Las caídas no solo representan una amenaza inmediata para la integridad física, con el potencial de ocasionar fracturas y lesiones, sino que también tienen repercusiones a largo plazo en la calidad de vida. Al abordar esta preocupación de manera proactiva, se pueden mitigar los riesgos a través de estrategias que fortalezcan la movilidad, mejoren el equilibrio y reduzcan los factores ambientales de riesgo. La prevención de caídas no solo preserva la autonomía y la independencia de los individuos, sino que también alivia la carga sobre los sistemas de atención médica al disminuir las hospitalizaciones y los costos asociados con las consecuencias de las caídas. En última instancia, invertir en la prevención de caídas es un paso crucial hacia la construcción de comunidades saludables y resilientes.
¿Qué debo hacer si me tropiezo o pierdo el equilibrio?
Proteja su cabeza
Si cae de frente: Elevar el mentón, proteger su cara y cabeza con sus brazos.
Si cae de la espalda: Hundir el mentón (al pecho) y proteger su cabeza con las manos.
Intente caer de lado
Si cae de espalda: Puede generar alteración en la columna y golpearse la cabeza
Si cae de frente: Puede fracturar brazos o muñecas y perder piezas dentales.
Intente caer flectado
Nos permite amortiguar la caída: Prevenir complicaciones, flectar brazos y piernas, posición fetal o descanso.
Nunca te afirmes con las manos
Pueden producir fracturas en brazos, muñeca y manos.
Esas lesiones pueden producir dolor, impotencia funcional.