Alfredo Hernando nos habló de los cambios que la educación ha ido sufriendo en los últimos tiempos con un #10yearschallenge ... necesitamos profesores del siglo XXI para el alumnado del siglo XXI.
Hizo hincapié en la necesidad de crear una escuela abierta al cambio.
Nos habló del modelo 4×4, lo plasmó en esta imagen:
IIMM más Taxonomía de Bloom = Paisaje de aprendizaje.
Los paisajes son una valiosa herramienta metodológica que une tanto las IIMM y los procesos cognitivos de la Taxonomía de Bloom, con ludificación, tecnología y evaluación.
En un paisaje de aprendizaje consigues captar la atención del alumno, ya que le presentas una imagen visual, donde está todo el trabajo que tiene que realizar de manera muy atractiva.
Conectamos el paisaje de aprendizaje contexto/escenario en función de la temática.
Nos ayudamos de las siguientes herramientas/Apps.
La primera parada de los #profesinnovadores fue en la estación de la “Personalización del aprendizaje”, en la que pudimos conocer cuáles son las claves para hacer que el estudiante sea el verdadero protagonista de la educación.
La meta de la educación en el siglo XXI es el dominio del aprendizaje y la necesidad de afrontar la diversidad como una fuente de riqueza y de posibilidades dentro del aula.
En los paisajes de aprendizaje nos planteamos una programación por infusión, como la manera de abordar la enseñanza. En un paisaje todos los elementos del currículo están relacionados y convergen en un contexto. Un paisaje cuenta una historia, el tema que se va a trabajar, qué objetivos, metas y herramientas.
Un paisaje, como cualquier programación, demanda trabajo de planificación, dedicación, reflexión continua y sobre todo el deseo de aventura...salir de la zona de confort.
La teoría de las IIMM y la Taxonomía de Bloom nos facilitan diseñar un itinerario muy diverso que nos orienta a diferentes procesos cognitivos que desarrollamos cuando aprendemos.
Ya que: