La energía ha sido siempre una parte esencial en la vida del hombre desde que se creó la primera fuente de energía: el fuego.
Desde esta creación, el hombre ha ido encontrando diferentes usos que han hecho su vida más fácil, cómo por ejemplo el calor, poder cocinar los alimentos… A lo largo de la historia se han creado más fuentes de energía y junto a la industrialización y sus creaciones se puede observar una evidente mejora en la calidad de vida.
Aunque la mayoría de estas nuevas fuentes de energía no son indispensables en la vida del ser humano, se han vuelto inseparables en su día a día, nos hemos acostumbrado a estas facilidades y si los medios energéticos dejaran de funcionar tendríamos que cambiar completamente nuestra forma de vida.
En la física, podemos notar que la energía está vista como una magnitud abstracta o un recurso natural no muy bien definido, se encuentra presente en todos los cuerpos y puede ser clasificada según sus fuentes: renovable o no renovable de las que ya hablaremos más adelante.
La palabra energía proviene del griego ένέργεια, que significa eficacia, poder, actividad, operación o fuerza de acción. Es, por lo tanto, un término con numerosas acepciones, aunque todas están ligadas a la capacidad de transformar, actuar o poner en movimiento.
En física, el término energía se usa para poder estudiar los sistemas materiales: la naturaleza es dinámica, está en continuo cambio (cambios de estado, de posición, de velocidad…). Aquello que acompaña y subyace a estos cambios en los materiales es la energía.
A continuación haremos un breve recorrido por algunos de los diferentes tipos de energía que podemos encontrar.
La energía calorífica o térmica se manifiesta en forma de calor y nace de forma natural por el calor del sol, por lo tanto proviene de una fuente de energía renovable. La materia está formada por partículas que están en constante movimiento, este movimiento implica que los átomos tengan una determinada temperatura y esta recibe el nombre de calor. Por lo tanto, podemos decir que un cuerpo a baja temperatura tiene menos energía térmica que otro que esté a mayor temperatura. Esta forma de energía se transmite entre dos cuerpos que se encuentran a diferente temperatura y hace que esta se iguale, esto es una muestra de que el calor es una energía en tránsito.
También podemos encontrar este tipo de energía en combustibles como carbón, gas o petróleo, pero estas son menos eficaces y no renovables.
Uno de los principales fines que se utiliza esta energía es para causar movimiento de diversas máquinas.
La energía lumínica o luminosa es aquella que generan y transportan las ondas de luz. La energía lumínica se mide en lumens, y se desplaza a la velocidad de la luz, por lo que no se puede almacenar.
La principal fuente de luz que existe es el sol, gracias al cual es posible el desarrollo de la vida en el planeta Tierra. No obstante, hay otras fuentes de energía luminosa como el fuego (perceptible para la vista humana) o los rayos ultravioletas (no visibles para los seres humanos).
La energía sonora es aquella que transmiten las ondas sonoras, conocidas como ondas longitudinales. Se puede propagar por cualquier medio que no sea el vacío, puesto que para su transmisión requiere una vibración de partículas.
Es una fuente de energía inagotable, que permite la comunicación, la música y que incluso tiene importancia en el campo de la medicina.
La energía química es aquella que se encuentra dentro de las moléculas que forman los diferentes materiales, y que se libera a través de una reacción química. Las pilas o las baterías, los alimentos y los combustibles poseen este tipo de energía.
El efecto de la energía química que tienen los alimentos es claramente perceptible: nos aportan la energía necesaria para la supervivencia y para la realización de los diferentes trabajos. En el caso de la energía de los combustibles, como la madera, el gas, el petróleo o el carbón, a partir de su combustión podemos hacer funcionar motores, la calefacción…
La energía química más potente que se conoce hasta el momento, aunque también es la más antigua (proveniente de la luz del Sol y de las demás estrellas y las reacciones que se producen por el paso del hidrógeno al helio), es la energía nuclear. Esta energía procede del núcleo del átomo y se libera en las reacciones nucleares de fisión y fusión de los átomos de uranio u otros metales pesados.
La energía cinética o mecánica es aquella que poseen los cuerpos capaces de producir movimiento en otros. Este tipo de energía se asocia a la posición y a la velocidad, por lo que si cambia alguna de estas dos, cambiará su estado mecánico.
Así, distinguimos dos tipos de energía mecánica:
La energía eléctrica o electricidad se produce por el movimiento de electrones a través de un material conductor. Este tipo de energía puede transmitirse de un punto a otro, aunque de mejor o peor manera, dependiendo del material por el que se transmita. Así, existen materiales aislantes, conductores, semiconductores o superconductores, que podéis encontrar explicados en nuestra página de materiales.
Este tipo de energía es la que se produce en las centrales eléctricas. Podéis encontrar explicado el proceso de producción más detalladamente en el enlace anterior.
En el siguiente documento podéis acceder a toda la información necesaria acerca de la definición de energía y sus tipos.
A través de este vídeo se puede aprender de una forma más visual y divertida sobre los tipos de energía. Este vídeo ejemplifica tres tipos: