La energía se obtiene de las fuentes de energía, las cuales se clasifican según su origen en dos grandes bloques: energías renovables y energías no renovables. La energía que utilizamos actualmente para satisfacer nuestras necesidades básicas (electricidad, agua caliente, calefacción, transporte…) procede de estas fuentes.
Las energías renovables son aquellas que se presentan como la alternativa sostenible y ecológica, aquellas que prácticamente no se agotan. Dentro de este bloque podemos distinguir varios tipos como:
Energía solar
Obtenida a partir del aprovechamiento de la radiación electromagnética procedente del Sol
Energía hidráulica
Aquella que se obtiene del aprovechamiento de las energías cinéticas y potenciales de la corriente del agua, saltos de agua o mareas
Energía eólica
Se obtiene al convertir el movimiento de las palas de un aerogenerador en energía eléctrica, es decir, se obtiene del viento
Energía mareomotriz
Se obtiene aprovechando las mareas mediante su acoplamiento a un alternador, se utiliza el sistema para la generación de electricidad, transformando así la energía mareomotriz en energía eléctrica
Energía geotérmica
Aprovecha las diferencias de temperaturas que existen entre el interior y la superficie de la Tierra. La energía mecánica se transforma en energía eléctrica
Biomasa
Se obtiene mediante la quema de materia orgánica, de las sustancias que constituyen los seres vivos, o sus restos y residuos
Las energías no renovables son aquellas que se encuentran de forma limitada en el planeta, es decir, aquellas que se agotan a medida que las usamos. Su velocidad de consumo es mayor que la de su regeneración. Dentro de las energías no renovables existen dos tipos de combustibles:
Petróleo
Gas natural
Carbón
2. POR FISIÓN NUCLEAR