Desarrollo de la oralidad

ORALIDAD EN INFANTIL.

El trabajo de la oralidad en la etapa de Educación Infantil es uno de los aspectos más fundamentales de dicha etapa, ya que a través del lenguaje oral se realizan la gran mayoría de las actividades con el alumnado. Es por ello que a continuación detallamos las diferentes estrategias y materiales incluidos en la metodología que forma parte de nuestro trabajo diario así como la forma de evaluar todos los procesos de enseñanza aprendizaje relacionados con la oralidad.

Teniendo en cuenta que nuestra metodología está basada en la participación activa del alumnado, el carácter lúdico de las actividades y en el favorecimiento de la autonomía del niño/a, podemos decir que las ESTRATEGIAS que utilizamos son las siguientes:

- El Proyecto de Estimulación del Lenguaje, que se viene desarrollando en el centro con todo el alumnado de la etapa desde hace varios cursos, con el que se está consiguiendo favorecer de una forma muy significativa el desarrollo correcto del lenguaje oral en un momento crucial en la formación del niño/a y teniendo en cuenta la multiculturalidad y diversidad idiomática del alumnado del centro. Es un Proyecto en el que a través de cuentos y actividades lúdicas, de respiración y soplo, se favorece la correcta pronunciación de los diferentes fonemas que componen nuestro lenguaje, ayudando a que el niño/a conozca la posición adecuada de los órganos fonético-articulatorios.

- Asamblea diaria de aula, que favorece la expresión oral espontánea, a la vez que se practican las normas adecuadas de una conversación. Se propicia el diálogo entre iguales y con el docente, además de favorecer la expresión de sentimientos y la resolución de conflictos.

- Canciones y actividades rítmicas a través de las cuales, además de desarrollar la creatividad en el niño/a, se favorece la correcta articulación, la memoria, el conocimiento de las tradiciones culturales, y un largo etcétera.

- Cuentos, adivinanzas, retahílas, trabalenguas, chascarrillos… con los que se contribuye a la fluidez verbal y articulatoria y a la adquisición de vocabulario.

- Descripciones, enumeraciones, anécdotas, diálogos, que suelen surgir espontáneamente en el aula relacionadas con las vivencias e inquietudes del alumnado, lo que da al docente mucha información del nivel en el que se encuentra el niño/a en lo que respecta al desarrollo lingüístico, ya que es una expresión más libre y menos dirigida por el docente.

- Dramatizaciones e imitaciones, muy características de esta etapa, que resultan muy motivadoras para el alumnado, y que fomentan en éste la desinhibición y la expresión libre y dirigida.

- Tutorías entre iguales que, además de ser un recurso insustituible en el proceso de enseñanza aprendizaje del alumnado, favorecen las conversaciones en pequeños grupos.

En cuanto al los recursos podemos establecer:

Humanos: el propio niño/a, el equipo docente y las monitoras.

Materiales: cuentos, adivinanzas, trabalenguas, pictogramas, objetos del entorno, imágenes, etc.

Tecnológicos: Vídeos, radio-cd, cámaras, móviles, televisión, ordenador, etc.

La evaluación en la etapa que nos ocupa tiene un carácter continuo y formativo, y se realiza en tres momentos, una evaluación inicial para detectar las ideas previas del alumnado y su nivel de desarrollo lingüístico, una evaluación continua que se prolongará a lo largo de todo el proceso de enseñanza aprendizaje en la que se detectarán los progresos y las posibles dificultades que puedan ir surgiendo durante dicho proceso y una evaluación final, en la que se recogerá los resultados y el nivel de desarrollo del alumnado.

Para llevar a cabo esta evaluación utilizamos técnicas e instrumentos como la observación directa y sistemática, los registros anecdóticos o las escalas de observación.

ORALIDAD EN PRIMARIA

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