Manifiesto en motivo de la adhesión a la RECAV como Plataforma Abolicionista de Salamanca y como Mujeres por la Abolición (organización a la que algunas compañeras pertenecen) que se hizo oficial el 23 de mayo de 2019.

Desde la Plataforma Abolicionista de Salamanca junto con Mujeres por la abolición (Madrid) nos adherimos a la Red Estatal Contra los Vientres de Alquiler. Con tal motivo, este jueves 23 de Mayo a las 18:30 presentaremos en la biblioteca del Colegio Arzobispo de Fonseca el manifiesto de la RECAV, de cuya lectura se encargará Yolanda Martos Wellsen de Mujeres por la abolición. Seguidamente, tendremos una charla informativa a cargo de Paula Torroglosa Marín de la Plataforma Abolicionista de Salamanca.

Desde el feminismo, defendemos que las mujeres puedan desarrollar una maternidad cuando ellas estén preparadas y no cuando unas condiciones económicas precarias la obliguen a ello. En el mercado de los vientres de alquiler se impone una maternidad limitada a las mujeres. Mediante un contrato, se desprovee a la mujer de todo sus derechos sobre el embarazo, siendo los compradores los que deciden qué pasará en su cuerpo. Si la mujer desea interrumpir el embarazo debe hacerse cargo de los gastos del mismo e indemnizar a los compradores. Al igual que en la prostitución el cuerpo femenino es solo un medio para lograr un fin, el deseo de un comprador (en la mayoría de ocasiones son hombres) de tener un hijo biológico sin necesidad de tener una relación de igualdad con una mujer.

Para conseguir lavar éticamente esta práctica, se recurre a eufemismos como “gestación subrogada” o “gestación altruista”, que ocultan lo que verdaderamente está ocurriendo, el alquiler de una mujer durante 9 meses y la compra de un bebé al que se le negará conocer su procedencia. Por tanto, demandamos a todos los colectivos y partidos políticos, regionales y nacionales, así como a gobiernos y líderes de la comunidad internacional trabajar juntos para acabar con este abuso de las mujeres. Pedimos que no se dejen engañar por campañas mediáticas que pretende convertir el deseo de ser padre en un derecho. Afirmamos que el anhelo de ser padres es un profundo sentimiento, pero no puede realizarse a costa de la explotación de las mujeres y la vulneración de los derechos de las niñas y niños.