Para celebrar y cantar

Cantos para la Eucaristía

Cantos para Cuaresma


1 - Dame tu perdón

Ten piedad, Dios mío, dame tu perdón.

Soy un peregrino, soy un pecador.

Vengo arrepentido, ten piedad, Señor:

vuelve a mí tus ojos con amor.


Lejos de tu casa, de tu bendición,

malgasté mi vida en la perdición.

Roto y pobre vengo, ten piedad, Señor,

vuelve a mí tus ojos con amor.


A tus puertas llamo, sé que me abrirás.

Con los pecadores muestras tu bondad.

A salvarnos vienes, ten piedad, Señor,

vuelve a mí tus ojos con amor.



2 - Juntos como hermanos

Juntos como hermanos,

miembros de una Iglesia,

vamos caminando,

al encuentro del Señor.


Un largo caminar, por el desierto bajo el sol,

no podemos avanzar, sin la ayuda del Señor.


Unidos al rezar, unidos en una canción,

viviremos nuestra fe, con la ayuda del Señor.


La iglesia en marcha está a un mundo nuevo vamos ya,

donde reinará el amor, donde reinará la paz.


3. Iglesia peregrina

Todos unidos, formando un solo cuerpo, un pueblo que en la Pascua nació. 

Miembros de Cristo, en sangre redimidos, IGLESIA PEREGRINA DE DIOS.

Vive en nosotros la fuerza del Espíritu que el Hijo desde el Padre envió. 

Él nos empuja, nos guía y alienta.

IGLESIA PEREGRINA DE DIOS.


SOMOS EN LA TIERRA SEMILLA DE OTRO REINO. SOMOS TESTIMONIO DE AMOR.

PAZ PARA LAS GUERRAS, Y LUZ ENTRE LAS SOMBRAS, ¡IGLESIA PEREGRINA DE DIOS! (bis).


Rugen tormentas, y a veces nuestra barca parece que ha perdido el timón. 

Miras con miedo, no tienes confianza, IGLESIA PEREGRINA DE DIOS.

Una esperanza nos llena de alegría: presencia que el Señor prometió. 

Vamos cantando El viene con nosotros,

IGLESIA PEREGRINA DE DIOS.


Todos nacidos en un sólo bautismo, unidos en la misma Comunión, 

todos viviendo en una misma casa, IGLESIA PEREGRINA DE DIOS.

Todos prendidos en una misma suerte, ligados a la misma salvación. 

Somos un cuerpo, y Cristo es la cabeza, IGLESIA PEREGRINA DE DIOS.


4 - Somos un  pueblo que camina

Somos un pueblo que camina 

y juntos caminando podremos alcanzar 

otra ciudad que no se acaba, 

sin penas ni tristezas, ciudad de eternidad.

 

Somos un pueblo que camina, 

que marcha por el mundo buscando otra ciudad. 

Somos errantes peregrinos 

en busca de un destino, destino de unidad.

Siempre seremos caminantes, 

pues solo caminando podremos alcanzar 

otra ciudad que no se acaba, sin penas ni tristezas, ciudad de eternidad.


Sufren los hombres, mis hermanos, 

buscando entre las piedras la parte de su pan.

Sufren los hombres oprimidos, 

los hombres que no tienen ni paz ni libertad. 

Sufren los hombres, mis hermanos, 

mas tú vienes con ellos y en ti alcanzarán 

otra ciudad que no se acaba, sin penas ni tristezas, ciudad de eternidad.


Danos valor para la lucha, 

valor en las tristezas, valor en nuestro afán.

Danos la luz de tu Palabra, 

que guíe nuestros pasos en este caminar.

Marcha, Señor, junto a nosotros, 

pues solo en tu presencia podremos alcanzar

otra ciudad que no se acaba, sin penas ni tristezas, ciudad de eternidad.


5 - Saber que vendrás.

En este mundo que Cristo nos da,

hacemos la ofrenda del pan.

El pan de nuestro trabajo sin fin,

y el vino de nuestro cantar.

Traigo ante ti nuestra justa inquietud,

amar la justicia y la paz.


Saber que vendrás, saber que estarás,

partiendo a los pobres tu pan. (2)


La sed de todos los hombres sin luz,

la pena y el triste llorar.

El odio de los que mueren sin fe,

cansados de tanto luchar.

En la patena de nuestra oblación,

acepta la vida Señor.



6 - Te presentamos el vino y el pan

Te presentamos el vino y el pan, bendito seas por siempre, Señor. 

Bendito seas, Señor, por este pan que nos diste, fruto de la tierra y del trabajo de los hombres.

Bendito seas, Señor, el vino tú nos lo diste, fruto de la tierra y del trabajo de los hombres.


7 - Donde hay caridad y amor

Donde hay caridad y amor, allí esta el Señor, allí esta el Señor.


Una sala y una mesa, una copa, vino y pan. 

Los hermanos compartiendo en amor y en unidad. 

Nos reúne la presencia y el recuerdo del Señor, 

celebramos su memoria y la entrega de su amor.


Invitados a la mesa del banquete del Señor, 

recordamos su mandato de vivir en el amor. 

Comulgamos en el cuerpo y en el sangre que él nos da 

y también en el hermano, si lo amamos de verdad.




8 - Anunciaremos tu Reino

Anunciaremos tu reino, Señor,

tu reino, Señor, tu reino.


Reino de paz y justicia,

reino de vida y verdad.


Reino de amor y de gracia,

reino que habita en nosotros.


Reino que sufre violencia,

reino que no es de este mundo.


Reino que ya ha comenzado,

reino que no tendrá fin.


9 - Pescador de hombres

Tú has venido a la orilla,

no has buscado ni a sabios ni a ricos,

tan sólo quieres que yo te siga.


Señor, me has mirado a los ojos,

sonriendo, has dicho mi nombre,

en la arena he dejado mi barca,

junto a Ti buscaré otro mar.


Tú sabes bien lo que tengo,

en mi barca no hay oro ni espadas,

tan sólo redes y mi trabajo.


Tú necesitas mis manos,

mi cansancio, que a otros descanse;

amor que quiera seguir amando.


Tú, pescador de otros lagos,

ansia eterna de almas que esperan,

amigo bueno, que así me llamas.



10 - Pueblo mío

Pueblo mío, ¿qué te he hecho, 

en qué te he ofendido? Respóndeme (BIS).

Yo te saqué de Egipto y por cuarenta años te guié en el desierto. 

Tú hiciste una cruz para tu salvador.


Yo te libré del mar, te di a beber el agua que manaba de la roca. 

Tú hiciste una cruz para tu salvador.


Yo te llevé a tu tierra, por ti vencí a los reyes de los pueblos cananeos. 

Tú hiciste una cruz para tu salvador.


Yo te hice poderoso, estando yo a tu lado derroté a tus enemigos. 

Tú hiciste una cruz para tu salvador.



11 - Cristo te necesita

Cristo te necesita para amar, para amar,

Cristo te necesita para amar.


No te importen las razas, ni el color de la piel,

ama a todos como hermanos y haz el bien.


Al que sufre y al triste, dale amor, dale amor;

al humilde y al pobre, dale amor.


Al que vive a tu lado, dale amor, dale amor;

al que viene de lejos, dale amor.

 

Al que habla otra lengua, dale amor, dale amor

al que piensa distinto, dale amor.


Al amigo de siempre, dale amor, dale amor;

y al que no te saluda, dale amor.


12 - Con vosotros está

Con vosotros está, y no le conocéis, 

con vosotros está, su nombre es el Señor (Bis).

Su nombre es el Señor y pasa hambre, 

y clama por la boca del hambriento, 

y muchos que lo ven pasan de largo, 

acaso por llegar temprano al templo. 

Su nombre es el Señor y sed soporta 

y está en quien de justicia va sediento, 

y muchos que lo ven pasan de largo, 

a veces ocupados en sus rezos. 


Su nombre es el Señor y está desnudo, 

la ausencia del amor llena sus huesos, 

y muchos que lo ven pasan de largo, 

seguros y al calor de su dinero. 

Su nombre es el Señor y enfermo vive, 

y su agonía es la del enfermo, 

y muchos que lo saben no hacen caso, 

tal vez no frecuentaba mucho el templo. 


Su nombre es "El Señor", y está en la cárcel,

está en la soledad de cada preso,

y nadie lo visita, y hasta dicen:

"Tal vez ese no era de los nuestros".

Su nombre es "El Señor": el que sed tiene,

él pide por la boca del hambriento,

está preso, está enfermo, está desnudo,

pero Él nos va a juzgar por todo eso..



13 - Bajo tu amparo

Bajo tu amparo nos acogemos,

Santa Madre de Dios.

No desoigas la oración

de tus hijos necesitados.

Líbranos de todo peligro.

Oh siempre Virgen gloriosa y bendita.



14 - Santa María del camino

Mientras recorres la vida, tú nunca solo estás,

contigo por el camino santa María va.


Ven con nosotros al caminar: Santa María, ven (Bis).


Aunque te digan algunos que nada puede cambiar,

lucha por un mundo nuevo, lucha por la verdad.


Si por el mundo los hombres sin conocerse van,

no niegues nunca tu mano al que contigo va.


Aunque parezcan tus pasos inútil caminar,

tú vas haciendo caminos: otros los seguirán.



15 - Santa María del Amén

Madre de todos los hombres,

enséñanos a decir: "Amén".


Cuando la noche se acerca

y se oscurece la fe.


Cuando el dolor nos oprime

y la ilusión ya no brilla.


Cuando aparece la luz

y nos sentimos felices.


Cuando nos llegue la muerte

y tú nos lleves al cielo.



Cánones para comunión y Viacrucis


Oh Dios, ¿por qué 

nos has abandonado?



Ubi caritas et amor, ubi caritas Deus ibi est.



Perdona a tu pueblo, Señor, perdona a tu pueblo, perdónale, Señor.



Pueblo mío, ¿qué te he hecho, en qué te he ofendido? Respóndeme.



 Perdón, oh Dios mío, perdón e indulgencia, perdón y clemencia, perdón y piedad.



Madre de todos los hombres, enséñanos a decir: Amén


Por nuestro amor murió el Señor. 

En la cruz murió el Señor. 

Él nos mandó dar la vida como hermanos en señal de amor.



Dolorosa, de pie junto a la cruz, 

tú conoces nuestras penas, penas de un pueblo que sufre.

Tú conoces nuestras penas, penas de un pueblo que sufre.



Victoria, tú reinarás, oh Cruz, tú nos salvarás.



Con vosotros está, y no le conocéis, con vosotros está, su nombre es el Señor.