Esperanza en su Gran Amor y Salud

Para rezar delante de la imagen

De Agustín de Hipona (Sermón 382, 2)

Mira al Señor cómo realizaba precisamente lo que mandaba. Después de tantas cosas como cometieron contra él los judíos, pues le pagaban con el mal el bien que hacía, cuando estaba suspendido en la cruz, dijo: «Padre, perdónales porque no saben lo que hacen». Rezó como hombre quien, como Dios, junto al Padre, había escuchado la plegaria. Todavía entonces ruega en favor nuestro, en nosotros reza y y nosotros le imploramos. Reza en favor nuestro como nuestro Sumo Sacerdote; reza en nosotros como cabeza nuestra, y nosotros le imploramos como Dios nuestro. Por tanto, cuando Cristo pendía de la cruz, oraba, veía y preveía a todos los enemigos, pero a muchos de aquellos les veía ya como futuros amigos, y por ello pedía el perdón para todos. Ellos se enfurecían y Él rezaba. Ellos decía a Pilato: «Crucifícalo» y, en cambio, Él exclamaba: «Padre, perdónales». Pendía de unos ásperos clavos, pero no perdía la bondad. Pedía el perdón para aquellos de los que recibía tan grandes injurias.

¿Cómo surgió la Hermandad?

Fue fundada por Francisco Puente Carbó, componente por aquel entonces de la Asociación “Misioneros de la Esperanza” (MIES). En 1978 se encuentra casualmente con la imagen del Cristo del Gran Amor, obra del escultor Luis Álvarez Duarte, que había sido presentada a Málaga para presidir la capilla de la Abadía de Santa Ana del Cister.

Con la ilusión puesta en esta imagen, transmite este sentimiento a sus más cercanos amigos, como Juan Manuel Revidiego, María Gracia Díaz o Rafaela Pancorbo, que se convierten desde los primeros días en colaboradores y cofundadores de este incipiente proyecto. Tras conversaciones con el sacerdote Diego Ernesto Wilson se le concede la autorización para dar forma a este ilusionante proyecto.

En el mes de mayo de 1979 se toma contacto con las religiosas de la Abadía del Cister, así como con el propietario de la imagen. Una vez obtenido el consentimiento de ambas partes con el apoyo de la Madre Abadesa, se formula un escrito respaldado por el P. Ernesto Wilson, dirigido al Vicario General de la Diócesis, D. Manuel Diez de los Ríos, solicitando dar culto interno a la imagen del Santísimo Cristo del Gran Amor en la capilla de la Abadía del Cister. Se concede el permiso el 17 de marzo de 1981, y se elaboran unas primeras y sencillas reglas que recogen la espiritualidad y el sentido de la Hermandad, destacando la actividad apostólica de formación y el acercamiento al mundo del enfermo más desfavorecido.

Se empieza a divulgar el proyecto de Hermandad, incrementándose el número de hermanos y colaboradores, dando lugar en 1981 al primer culto con la celebración eucarística en honor al Stmo. Cristo del Gran Amor, depositando una ofrenda floral a los pies de la imagen, donde se concreta el agradecimiento por haber cubierto una primera etapa, y exponiendo las reglas básicas de la futura Hermandad.

Así se inicia una segunda etapa pensando en completar la iconografía, con la adquisición de la imagen de la Virgen. Se llega a la conclusión de que sería bajo una advocación nueva y a la vez necesaria en esta ciudad: María Santísima de la Salud, que se correspondía con la labor apostólica del grupo parroquial de jóvenes del que formaba parte Francisco Puente. Esta labor era transmitir alegría y esperanza a todo aquel que padece una enfermedad para que, apoyado en su fe, pudiera sentir consuelo espiritual y sobrellevar el sufrimiento a través de la Salud de la Virgen María.

Se encarga una talla de la Santísima Virgen, que se termina a finales de 1981 y se bendice solemnemente en la capilla de la abadía de Santa Ana del Cister el 2 de junio de 1982.

¿Cuál es su historia?

En la celebración eucarística del 31 de mayo de 1983 tiene lugar la Coronación Litúrgica de la imagen, presidiendo la eucaristía Diego Ernesto Wilson. Es Francisco Puente Carbó quien coloca en las sienes de la imagen la corona de metal dorado. Después se establece la primera Junta de Gobierno, siendo su primer Hermano Mayor Francisco Puente, formando parte de la misma Rafaela Pancorbo, Antonio Márquez, Manuel García, Jesús Ruiz, Juan Barrera, Juan Manuel Revidiego, María Gracia Díaz y Juan Antonio Guarnido.

La Hermandad sigue manteniendo sus cultos en la Capilla del Cister, resaltando especialmente los de Cuaresma, con la eucaristía dedicada al Stmo. Cristo del Gran Amor, así como la celebración del mes de mayo y el besamanos de la Virgen. Mientras tanto se elaboran los Estatutos definitivos, y se solicita ser Cofradía de Semana Santa. Se envía un borrador de los estatutos a la diócesis. Sin embargo, una vez corregidos y aceptados estos surge un nuevo y grave problema.

El 14 de octubre de 1984, tras el fallecimiento de la Madre Abadesa, la nueva, aconsejada por los Caballeros del Cister, deniega la solicitud para el establecimiento de la definitiva Sede Canónica en el convento. La incipiente Hermandad tiene que abandonar la Capilla del Cister y la imagen del Stmo. Cristo del Gran Amor, primer motor del proyecto.

Tras este triste momento empieza un peregrinar por las Iglesias de Málaga que desemboca en la parroquia San Pablo. Tras mantener una entrevista con el párroco D. José García Rosado, éste accede a que la imagen de Mª Stma de la Salud pueda recibir culto oficialmente allí.

Son aprobados de forma oficial los Estatutos en 1985, permaneciendo todavía en la Capilla del Cister hasta la salida y traslado de 1986. La Hermandad realiza su primera salida procesional con la Virgen de la Salud el 31 de mazo de 1985, Domingo de Ramos, desde el interior de la antigua Facultad de Filosofía y Letras, cercana al Cister, y recorriendo la feligresía. La salida de 1986 también se realizó desde allí.

La Hermandad fue erigida canónicamente en la parroquia San Pablo el 17 de enero de 1987, realizando su primera salida procesional desde su nueva sede canónica el Domingo de Ramos de ese mismo año, y es aceptada en el seno de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa de Málaga en 1988, realizando la Virgen de la Salud su primera salida procesional bajo palio desde San Pablo, siendo además la primera imagen mariana que entrase bajo palio en la Catedral de Málaga para realizar su estación de penitencia allí.

La Virgen de la Salud procesionaría en solitario desde 1985 hasta 1998. La imagen del Cristo de la Esperanza en su Gran Amor permanecería sin procesionar desde 1991 hasta 1999, año en el que realizó su primera salida procesional.

¿A qué escena del Evangelio hacen referencia sus imágenes titulares?

Santísimo Cristo de la Esperanza en su Gran Amor: es una obra del imaginero Luis Álvarez Duarte, bendecida el 31 de mayo de 1991 en la parroquia San Pablo. Tallado en madera de cedro, tiene una altura de 1.85 m y está sobre una cruz leñosa de sección cilíndrica y nudos dorados.

Se trata de un crucificado vivo que representa el momento evangélico en el que Jesús, desde la cruz, pronuncia la primera de las siete palabras: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen». (Lucas 23, 34).

El P. Diego Ernesto Wilson resume así su sentido:

«El Cristo de la Esperanza en su Gran Amor es plenamente lo que su nombre expresa. La talla ha sido tratada con tanta inspiración, delicadeza y cariño que aparece realmente Cristo vivo aún en la Cruz, para ofrecernos lo que más vale: su GRAN AMOR. Con su mirada dulce pero profunda y sus labios cerca de la palabra viva, nos dice que ESPEREMOS siempre en su Amor Misericordioso, en su Gran Amor. Que es tonto el desalentarse teniéndolo a Él, que siempre nos está esperando con su Gran Amor, personalísimo para cada uno de nosotros». (Salus Infirmorum, 2014.)


María Santísima de la Salud: realizada en madera de cedro por el mismo autor y presentada el 27 de enero de 1989.

El historiador del arte Eduardo Nieto Cruz afirma que «es una imagen de candelero para ser vestida, presentando anatomizadas y encarnadas manos, cabeza y región escapular; sus pequeños distingos se polarizan en la carnación, posición de la testa, dirección de la mirada y en la postura de las manos, que en particular participan de una gran elegancia. Su realismo humano e individualizador se manifiesta a través de elementos ajenos a la talla pero que la configuran en su totalidad: pestañas de cabello natural, ojos y lágrimas de cristal que hacen referencia numeral a los Misterios del Santo Rosario. Su rostro sensual de afligidas facciones presenta apertura palpebral muy curvada, tersas mejillas, recta nariz y labios carnosos que se entreabren para confirmar la serenidad de su carácter».

Como la mayoría de las imágenes de Vírgenes de este artista, la de la Salud posee una gran belleza centrada en los ojos rasgados y la serenidad del rostro en el que no son visibles las huellas del dolor, ni las deformaciones por el sufrimiento.

¿Qué particularidades tiene?

  • María Santísima de la Salud es una nueva advocación, no rescatada de la historia procesional, sino recogida de la inagotable fuente de advocaciones marianas: Salud de los Enfermos (letanía lauretana), que enriquece aún más el extraordinario papel mediador de la Santísima Virgen María en la Iglesia, como fuente de agua viva, que cura, sana y consuela el sufrimiento del enfermo.

  • Esta Hermandad es la única de las tres con sede en la parroquia San Pablo que realiza su salida procesional desde el mismo templo parroquial, el Domingo de Ramos.

  • Justo antes de la salida se tiene una Eucaristía con todos los que van a cargar y acompañar las imágenes, a puerta cerrada, para preparar los corazones para la estación de penitencia.

Para más información, aquí tienes la página web de la Hermandad: https://www.hermandaddelasalud.org/