Cautivo y Trinidad

De Agustín de Hipona (Tratados sobre el Evangelio de Juan, 115, 2).

Escuchad, pues, todos los reinos de la tierra. No estorbo vuestro dominio terreno en este mundo, porque «mi reino no es de este mundo». No os entreguéis a vanos temores, como fueron los de Herodes el Grande ante la noticia del nacimiento de Cristo, dando muerte a tantos infantes para exterminarlo, acuciada su crueldad más por el temor que por la ira. «Mi reino – dice Jesús – no es de este mundo». ¿Queréis más? Venid al reino que no es de este mundo: venid llenos de fe y no le persigáis llenos de temor.

¿Cuál es su reino sino los que en Él creen, de los que dice: «Vosotros no sois del mundo, como yo no soy del mundo»? Del mundo eran cuando no eran su reino, y pertenecían al príncipe de este mundo. Del mundo era todo aquello que, creado por el Dios verdadero, fue engendrado para el mal por la viciada y condenada estirpe de Adán; pero se convirtió en reino «no de este mundo» todo lo que fue regenerado por Cristo. Por Él, Dios nos sacó del poder de las tinieblas y nos trasplantó en el reino del Hijo de su amor.

El 26 de abril de 1934, un grupo de jóvenes vecinos del barrio de la Trinidad se reunió en una de las aulas de la antigua Escuela Ave María, donde se había ubicado provisionalmente la parroquia de San Pablo, al haber sufrido el templo serios daños en los sucesos de mayo de 1931, con la finalidad de crear una asociación que diese culto a una imagen bajo la advocación de Nuestra Señora de la Trinidad.

Como primer paso, los cofrades adquirieron en un anticuario situado en la calle Álvarez, del centro, la talla de una dolorosa, de autor desconocido, que según algunos historiadores del arte data del siglo XVIII. Fue bendecida el 21 de octubre de 1934 bajo la advocación de Nuestra Señora de la Trinidad y era la titular de una corporación, en principio, de origen letífico.

Durante la Guerra Civil, la imagen permaneció escondida en el patio del domicilio de uno de los fundadores para que no fuera destruida durante los ataques que volvió a sufrir el templo. En 1937 se reorganiza la hermandad modificando sus estatutos y convirtiéndola en cofradía pasionista. Del mismo modo, tal y como sucedía con la mayoría de las hermandades malacitanas, adoptan la decisión de tener dos imágenes titulares: Cristo y Virgen. El Cristo nacería, gracias a las gubias del imaginero granadino José Gabriel Martín Simón, en 1938, bajo la advocación de Nuestro Padre Jesús Cautivo.

La imagen de Nuestro Padre Jesús Cautivo fue bendecida el 19 de marzo de 1939 por el párroco Francisco Blanca Boezo, en el transcurso de una solemne celebración religiosa.

A los pocos meses, el 12 de noviembre de 1939, la nueva cofradía es admitida como miembro de pleno derecho en la Agrupación de Cofradías de Semana Santa adjudicándole el Lunes Santo como día de salida procesional. El 18 de marzo de 1940 realizó su primera salida procesional la talla de Nuestro Padre Jesús Cautivo. Sería al año siguiente cuando, por vez primera, María Santísima de la Trinidad acompañó a su Hijo por las calles malagueñas.

En 1942 se celebra la primera Misa del Alba y posterior traslado de las imágenes hasta su trono procesional, aunque este acto se realizó de una manera prácticamente privada.

En 1968 se produce un hecho trascendente en la historia de la cofradía: la adquisición de una imagen de la Virgen que sustituiría a la que desde 1934 había sido la titular. Se trata de una dolorosa tallada por el imaginero de Carmona, Francisco de Paula Buiza Fernández. Fue bendecida el día 27 de febrero de 1968.

Desde 1989, por concesión de S. M. el Rey de España Don Juan Carlos I de Borbón y Borbón, esta cofradía ostenta el título de “Real”.

La Iglesia de Málaga concedió a María Santísima de la Trinidad su coronación canónica, trascendental acontecimiento mariano vivido el 21 de octubre de 2000, año del Gran Jubileo dedicado por la Santa Sede a la Glorificación del Misterio de la Trinidad.

Nuestro Padre Jesús Cautivo es una imagen de anatomía completa realizada en pino de Flandes. Representa a Cristo preso. Es obra del escultor José Gabriel Martín Simón, que la ejecutó en su taller de la calle Colcha de Granada en 1938. Fue concebida en origen para ser procesionada sin túnica, y hace referencia al momento del Balcón de Pilatos o la Presentación al Pueblo. Fue bendecida en la iglesia de San Pablo el 19 de marzo de 1939.

Se tiene constancia documental de que ha sido intervenida a lo largo de la historia en 1981 por Agustín Clavijo; en 1989 por el departamento de Escultura de la facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid, dirigido por Luis Mejías; en 2005 por María Teresa Real Palma; y en 2017 por el doctor profesor de Bellas Artes de la Universidad de Sevilla y escultor Juan Manuel Miñarro López.

María Santísima de la Trinidad Coronada es una imagen de las denominadas ‘de candelero’ que encarna a la Madre de Dios. Realizada en 1963 en madera de cedro real por el escultor carmonense Francisco de Paula Buiza Fernández, en su estudio de la calle Viriato conocido como Corralón de los Artistas. La realizó durante un periodo de convalecencia a consecuencia de un accidente de motocicleta, sin que mediara encargo alguno. Presidió su casa hasta que en 1967 fue adquirida por esta cofradía, siendo bendecida en la iglesia de San Pablo el 27 de febrero de 1968.

Procesiona bajo palio y se venera como la habitual representación iconográfica de la ‘Mater Dolorosa’, que acompaña a su Hijo en la pasión.

En 2013 fue sometida a un proceso de limpieza a cargo del restaurador sevillano Enrique Gutiérrez Carrasquilla.

• Las imágenes realizan estación de penitencia en la tarde-noche del Lunes Santo, acompañadas por decenas de miles de fieles que, con su presencia, cumplen en la mayoría de los casos una promesa, desbordándose la religiosidad popular.

• La imagen del Cautivo es un portento devocional. Es considerado el “Señor de Málaga”. A pesar de que se trata de una imagen que cuenta con pocas décadas de existencia, en tan corto espacio de tiempo se ha tornado, desde hace muchos años además, en el imán devocional de Málaga. Es un referente fundamental de lo trascendente, a menudo único incluso para muchos agnósticos, que toman contacto con la religiosidad a través del Cautivo.

• Para poder ser bendecido se le tuvo que cubrir el cuerpo con una túnica que, en tiempos de tremenda carestía, fue una sencilla de lanilla gruesa de color blanco y sin bordado alguno. Una túnica que, desde el primer momento, se convirtió en aditamento prácticamente consustancial a la propia imagen y que, tanto entonces como en la actualidad, provoca un fuerte impacto.

• Por su parte, la Virgen de la Trinidad malagueña fue la primera en recibir esta advocación y, a partir de ahí, han sido muchas las cofradías en distintas localidades de Andalucía que han bendecido a sus sagradas titulares con la misma denominación.

• Fue coronada canónicamente el 21 de octubre de 2000, como Madre del Cautivo y como justo reconocimiento al fervor y devoción de los que goza por parte del pueblo malagueño.