Evaluar el lenguaje de un niño o niña debe ser una actividad placentera y lúdica. Es importante tener un ambiente iluminado y cómodo, además de algunos implementos, objetos o juguetes.
Hay varios tests para evaluar el lenguaje, los elementos lingüísticos (fonemas, sílabas, palabras, frases, oraciones, textos, etc.) que se emplean como estímulos para valorar los componentes del lenguaje (fonológico, morfosintáctico, semántico o pragmático) o las destrezas semióticas (hablar, leer, escuchar, escribir) son equivalentes en la lengua de la población en la que se administrará el instrumento.
Te presentamos un ejemplo de protocolo de valoración logopédica.
Te invitamos a que realices tus primeras observaciones y registra qué observas en el lenguaje de los niños y niñas que tienes a tu alrededor.