Se puede comenzar usando un lubricante ocular de una a dos veces al día. En general, se prefiere que sea de buena calidad y recetado por tu oftalmólogo, debido a que hay lubricantes que a largo plazo pueden causar irritación por los preservantes que usan. Además, puedes usar un esquema de libre demanda en determinadas condiciones: dormir poco, trabajar mucho con computador, exposición a aire acondicionado o fuentes de calor, volar en avión por más de cuatro horas, entre otras.
Si con esto no es suficiente, puedes subir hasta cuatro veces al día, pero ya esa es una dosis alta que hace pensar que se requiere otro tipo de medicamentos o lubricación más densa.
Cuando un paciente se realiza una cirugía LASIK, el procedimiento incluye tallar una tapa llamada "flap". Este corte de tallado es un semicírculo casi completo, por lo que las terminales nerviosas superficiales también son cortadas en una proporción importante, generando menor sensibilidad relativa de la córnea, es decir, "siente menos" y por lo tanto se seca más fácil.