Muchas veces nos pasa que estamos aburridos pero al mismo tiempo no tenemos ganas de hacer nada, estamos totalmente desganados, nos gana las desmotivación, el cansancio y el aburrimiento.

En esta nota te quiero compartir algunas ideas no tan comunes para esos momentos, para no estar tirados en algún lado mirando las horas pasar como si nada.

• Escuchar música: "¿es en serio? wow qué idea tan original..." estarás pensando, pero mi sugerencia no es simplemente oírla ni tampoco cantar junto con la canción. Lo que sugiero es realmente prestarle atención a la música, intentar reconocer los distintos instrumentos, los matices, todo lo que compone a esa pieza musical. Es una actividad para agudizar el oído y además, al estar concentrados en eso, nos olvidamos de nuestras preocupaciones.
• Escuchar un audiolibro o podcast: una alternativa que no requiere que estemos frente a una pantalla. Hay podcasts de lo que se les ocurra, pueden encontrarlos en distintas plataformas, ya sea Spotify o en páginas web. Lo mismo con los audiolibros.
• Meditar: hay muchas formas de meditar, la más conocida y tal vez la más sencilla para muchas personas sea prestarle atención a nuestra respiración. Hay vídeos, podcasts y hasta apps para realizar esta actividad. Te invito a dejar atrás los prejuicios e intentarlo aunque sea una sola vez.
• Escribir/dibujar: agarrar una hoja y un lápiz o lapicera/bolígrafo y dar rienda suelta a nuestra imaginación. Muchas veces escribo la misma palabra una y otra vez con distintos materiales, colores o tipo de letra, otras veces hago garabatos, intento hacer mandalas, otra veces dibujo figuras geométricas, lo que mi mano tenga ganas de trazar. Me resulta muy relajante y me ayuda a despejar mi mente.