Históricamente, México ha tenido mucha inequidad económica, posiblemente de un grado más severo que en los Estados Unidos. En el artículo que se llama “No, no eres clase media,” el analista política Viri Ríos explica como muchos mexicanos aparecen pensar que están en la clase media, pero la cantidad de gente que cree ser clase media simplemente no es posible porque 61 por ciento dice que son clase media y en realidad, tienen que ganar un sueldo de “64.000 pesos mensuales para una familia de cuatro integrantes, un nivel salarial que solo gana el 10 por ciento más rico de México.” Entonces, Ríos menciona algunos puntos muy interesantes y explora algunas inconsistencias entre la percepción de la gente y la realidad económica. Sin embargo, ella pierde algunos puntos importantes.
El primer tema de que pienso que el autor se equivoca tiene que ver con las diferencias de opinión culturales en cuanto a la clase que existen. Por ejemplo, en los Estados Unidos, es común pensar en la clase como algo puramente económica, mientras en latino-américa, históricamente el concepto de la clase ha incluido más aspectos, como la historia de la familia, el título profesional, y las relaciones sociales. Entonces, creo que estas diferencias proporcionan una buena explicación por el fenómeno discutido en el artículo. Es que, el autor intenta aplicar la noción de la clase estadounidense a los mexicanos y expresa sorpresa de que los mexicanos no aparecen saber su clase. Pero, es probable que la gente piense que su clase envuelva más que solamente el sueldo. Así, es algo más personal también, y más difícil medir que solamente un número, como en el caso del sueldo.
Aparte de las diferencias culturales que posiblemente pueden explicar la discrepancia entre los sueldos y ganancias reales, y las opiniones de la gente mexicana, hay otras cosas que el autor menciona pero ella no describe todas las posibilidades. Por ejemplo, el autor dice que
“Es acertado que la agenda de López Obrador sea atemperar la pobreza, pero este es solo el primer paso. La creación de una clase media sólida y amplia debe ser la última meta de su gobierno.” A lo mejor es verdad que la creación de una clase media fuerte y sostenible debe ser la última meta de un gobierno, pero esta oración y otras partes del artículo parecen sugerir que la creación de una media sólida es algo que el gobierno puede lograr, cuando en realidad los sistemas económicas y sociales tienen muchos más variables que hay que tener en cuenta. Es como en el juego arcade “Whack-a-mole” porque cada vez que el gobierno logra algo, otro problema (o muchos otros problemas) se levantan de la nada. El peligro específico es que si el gobierno tiene todos los motivos correctos y buenos, aún puede tomar una acción que resuelve menos problemas que se genera.
Un ejemplo de este tipo de problema que el autor diagnostica correctamente es con la educación. Cuando todo el mundo tiene acceso a la educación, es probablemente verdad que todo el mundo va a recibir los beneficios de tener un pueblo más prudente. Pero, hay que considerar los otros efectos, los efectos de orden secundario que se llaman las exterioridades por los economistas. En la educación, la meta no es simplemente aprender, pero también demostrar una capacidad de funcionar en un ambiente de trabajo. Así, el resultado es que la gente que quiere estar educada para este fin tiene que obtener cada vez más grados para demostrar su habilidad.De hecho, hoy en día se dice que “la Maestría es el nuevo Bachillerato” y este es por esta la razón exacta.
Aunque he discutido mucho contra algunos puntos mencionados por el autor, en realidad Ríos da luz a muchas cosas de una manera sencilla. Específicamente, creo que el autor tiene algunos puntos útiles en cuanto a la política económica y los mexicanos deben tener estas ideas en cuenta. Básicamente, el autor habla sobre la idea de que los índices económicas no representa la realidad y si solamente se enfoca en una parte de un sistema complejo, sin mirar el sistema completo, es mejor hacer nada. Por ejemplo, y es posible que esto sea lo que está pasando, en algunos momentos históricos ha habido políticos que intentan decir que la clase media en realidad es más grande que parece, porque entonces puede quitar programas que ayudan a los pobres y cuestan mucho dinero. Pero es posible tomar acciones así sin tener otro motivo—si solo se mira los datos y no a la gente, es posible llegar a la conclusión que sí la clase media ha ampliado.
En conclusión, por lo general el autor trata el tema de la inequidad y las clases en México muy bien, pero hay algunas cosas de que el autor no menciona. Principalmente, los problemas económicos y sociales no suelen ser resueltos con una política simple porque estos sistemas no son simples—tienen muchos aspectos que hay que considerar. Específicamente, el autor pierde el punto de que la gente Mexicana, y las personas de latino américa en general, posiblemente tengan otros puntos de vista en cuanto a lo que significa ser un miembro de cierto clase. Finalmente, estoy de acuerdo con el sentido que el autor expresa sobre el tema de la actualidad política en México, y pienso que es importante que todos entiendan las situaciones económicas para mejorar las vidas de la gente que vive en la pobreza, porque cada vez que el resto del mundo se equivoca, ellos probablemente sufren lo más.