En toda medición nuclear, aparte de la radiación proveniente de la fuente radiactiva a ensayar, inevitablemente, llega a nuestro detector la radiación normal presente en nuestro "laboratorio" (y en cualquier otra parte). Esta radiación, denominada "fondo" o "Backgound" tiene distintos orígenes. Proviene del espacio exterior, de las paredes, piso y techo del laboratorio (en las construcciones se utiliza, entre otras cosas, arena y la arena tiene siempre algo de Uranio) y hasta de nosotros mismos (nuestro cuerpo contiene una pequeñísima cantidad de Carbono 14 y Potasio 40 (ambos radiactivos) que ingerimos cotidianamente con nuestros alimentos.
También puede provenir de otras fuentes artificiales almacenadas cerca del lugar de medición.
Como esta radiación de fondo incide simultáneamente con la de las fuentes a ensayar, se suma a ella en los resultados obtenidos y una buena práctica es descontarla midiéndola sin la fuente y restándola a cualquier valor medido posteriormente.