Conceptos

Nuestro HUB aspira a explorar nuevas metodologías y conceptos para construir información climática que se pueda integrar en la toma de decisiones de una variedad de usuarios. Los conceptos que exploramos en primer lugar son: múltiples líneas de evidencia, co-producción y storylines.

Para la construcción de información robusta sobre variabilidad y cambio climático nos basamos en múltiples líneas de evidencia. Hay una relación entre los valores y el contexto de le cientifique y las fuentes de información y las metodologías que elige para resolver un problema particular que se le presenta. Diferentes fuentes de información y metodologías pueden dar resultados diferentes, por lo tanto es importante tomar consciencia de las elecciones que hacemos y que están afectadas por los valores y contexto. No se trata de no tener valores, y siempre seremos constringides por nuestro contexto, pero podemos trabajar hacía el uso de fuentes de información y metodologías que son aptas para el problema a resolver, en diálogo con el usuario de la información.

Se entiende a la co-producción de conocimiento sobre la cuestión climática como un proceso de interacción social entre actores heterogéneos tanto en cuanto a los saberes que movilizan (interdisciplinariedad) como en relación a los intereses que los llevan a involucrarse en dicho proceso (intersectorialidad). Conceptualmente, la noción de coproducción adoptada se inscribe en una perspectiva hermenéutica y se basa en tres premisas: 1) el diálogo entre los participantes debe privilegiar la escucha en la diferencia; 2) la pluralidad cognitiva asume que existe una simetría valorativa entre los sistemas de conocimiento que participan del proceso coproductivo; 3) el marco de relaciones sociales en el cual se lleva adelante la coproducción involucra asimetrías de diverso tipo entre los participantes en función de la estructura de poder del campo social local y de la sociedad contemporánea.

El concepto de “storyline” o “narrativa” se utiliza para trabajar con el problema del cambio climático y las ciencias que abordan el cambio climático utilizan esta palabra en distintos contextos. Dependiendo de la disciplina, el estudio puede tener significados diferentes. El ejemplo más extendido es el de los escenarios de emisiones antropogénicas o “radiative concentration pathways” sujetos a decisiones políticas y acuerdos internacionales. 

Desde las ciencias sociales, las narrativas o relatos, forman parte de lo que se denomina “discurso narrativo” o narrativa, lo cual se refiere a las descripciones sobre circunstancias o eventos que tienen lugar en la vida cotidiana. Estos relatos pueden ser tanto de carácter formal (memorias institucionales, papers académicos, informes, recomendaciones, normativas, artículos periodísticos, etc.) como informal (relatos orales). Los relatos tienen un papel importante en la construcción de escenarios y el modo en que se enfocan los problemas y la toma de decisiones.

Las ciencias físicas o naturales han incorporado el uso de storylines recientemente como una forma de tratar la incertidumbre en la respuesta del sistema climático a los forzantes antropogénicos y para proveer a las ciencias del clima una metodología que permita analizar potenciales riesgos como parte central del análisis. La esencia de las metodologías que buscan generar storylines físicas es trabajar con conceptos de causalidad y realizar estudios condicionando en las variables que pueden dar lugar a cambios diferentes en el clima y su variabilidad.

Los riesgos de la contemporaneidad son un resultado no deseado de la maquinaria del “progreso industrial”. De manera creciente y acumulativa se crean nuevos riesgos que trascienden las fronteras políticas, pero que también tienen implicancias locales diferenciales. El cambio climático es un claro ejemplo de este proceso de creación de nuevos riesgos globales que generan afectaciones particulares y que son fuertemente dependientes para su caracterización de saberes expertos. Los procesos y relaciones sociales distribuyen el riesgo de manera desigual, por lo que se generan condiciones de vulnerabilidad concretas y específicas de cada contexto local que no se relacionan únicamente con las condiciones socio-materiales de existencia, sino también con la capacidad de preparación y adaptación al riesgo, en función de cómo el mismo es comprendido y representado, lo cual es relativo en términos sociales y culturales, y se encuentra atravesado por relaciones de poder.