Hay una mariposa Monarca en la acera de Ozona. La brisa se la lleva de acá para allá. Durante todo el día han estado estrellándose contra mi parabrisas, dejando salpicaduras rosadas y doradas en el cristal. He visto a una de ellas que caía a plomo desde el cielo y chocaba contra el asfalto de Highway 10 East. Debe de ser la época del año en la que tienen que morir.