Es una metodología de desarrollo de software que se enfoca en mejorar la claridad, calidad y tiempo de desarrollo de un programa. Se basa en tres estructuras básicas: secuencia, selección y repetición.
Las instrucciones se ejecutan en orden, una tras otra.
Conocida como estructura de control de decisión. Usa instrucciones condicionales como "if", "else" y "switch" para tomar decisiones en el código. Ejemplo: Si algo es verdadero, haz esto; si no, haz aquello.
Se utilizan bucles como "for", "while" y "do-while" para repetir un conjunto de instrucciones hasta que se cumpla una condición.
Modularidad: El código se divide en módulos o funciones, facilitando la reutilización y el mantenimiento.
Control de Flujo: Usa estructuras de control (condiciones) claras para dirigir el flujo de ejecución del programa.
Evitación de GOTO: Evita el uso de la instrucción "goto", una instrucción que permite saltar a una parte específica del código que puede hacer el código confuso y difícil de seguir.
Subrutinas y Funciones: Permite crear subrutinas (o funciones) para hacer tareas específicas, reduciendo la repetición de código.
Variables Locales y Globales: Usa variables locales dentro de subrutinas para mantener la información relevante solo en el ámbito necesario, mejorando la seguridad.
Alcance y Duración: Define el alcance (local o global) y la duración (vida útil) de las variables para mejor gestión de los recursos.
Estructuras de Datos: Usa estructuras de datos como arrays, listas, y estructuras personalizadas para organizar y gestionar los datos de manera eficiente.