Etapa larga y difícil. Flanqueamos la Sierra de la Umbría de Alcudia, pero que en verano no proporciona umbría ninguna. Las sendas están balizadas (GR 162) pero a ratos se interrumpen y pierden. El agua escasea y hemos de ser previsores. Las fincas son cotos de caza mayor y están cercadas lo cual puede suponer problemas si hemos de salirnos de la cañada o es época de montería.

Salimos en pos de la cañada buscando rodadas de todoterreno y a ratos sendas que seguimos por intuición. Nos acercamos a las Casillas del Tío Fermín. El cortijo está en obras (verano de 2019) no hay nadie, pero podemos coger agua en el pozo. Seguimos así porteando las bicis a largos trechos. Cerca de la casa de Fuente del Canto hay dos abrevaderos con válvula de flotador. Más adelante en la venta del zarzoso el arroyuelo corre y también se puede coger agua. Desde allí seguimos por pista, los cotos están cerrados con cancelas sin candar excepto la última ya próxima al Puerto del Mochuelo. Tras las fotos de rigor bajamos por la carretera pues la cañada se pierde. Más abajo intentamos retomar la cañada o al menos ceñirnos lo más posible al recorrido. En la finca El Retamar a orillas del Guadalmez nos liamos, pues se dedican a criar ciervos para los cotos y es un laberinto de cercas. El recorrido marcado es aproximado.

Estamos ya en Andalucía, Llegamos al santuario de la Virgen de las Veredas, donde se puede pasar la noche y hay fuente. Después de comer y sestear un poco decidimos seguir. La cañada está asfaltada hasta el cruce con Torrecampo a donde podríamos desviarnos de haber necesidad. El resto del recorrido incluye algunos desvíos por pistas que podrían haberse evitado, pero buscamos el camino fácil. El cruce del Arroyo de Santa María es dificultoso y cuesta encontrar la cañada, acabamos llegando a El Guijo por pista.

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