Cuando empieces a incorporar la natación a tu entrenamiento, aquí tienes algunos consejos que debes tener en cuenta:
. Calentamiento y enfriamiento
Comienza siempre tu sesión de natación con un calentamiento para preparar tu cuerpo para el ejercicio y prevenir cualquier distensión muscular. Del mismo modo, termina la sesión con un enfriamiento, que puede consistir en nadar suavemente y estirar, para ayudar al cuerpo a recuperarse.
Intenta mejorar tu técnica de natación para maximizar los beneficios y evitar lesiones. Considera la posibilidad de tomar clases con un instructor de natación titulado o de unirte a un grupo de natación para recibir orientación y comentarios sobre tu forma.
Cuando empieces o aumentes la intensidad de tus entrenamientos de natación, procede gradualmente para evitar el sobreesfuerzo y las lesiones. Esfuérzate, pero escucha a tu cuerpo y ajústate en consecuencia.
Invierte en bañadores y gafas de natación de buena calidad que se ajusten bien a ti para mejorar tu comodidad y rendimiento en el agua. Además, si eres principiante o quieres mejorar la eficacia de tus brazadas, el uso de ayudas para la natación, como tablas o aletas, puede ser beneficioso.
Con estas ideas en mente, estás en el buen camino para introducir la natación en tu rutina de entrenamiento. Recuerda que debes disfrutar en el agua, desafiarte a ti mismo y disfrutar de los muchos beneficios físicos y mentales que ofrece la natación.