Durante esta etapa se realiza una visita al terreno donde se va a sembrar la grama.
Se anotan todas las observaciones e información que guarden relación con las características del suelo como:
Las malezas y plantas existentes nos pueden dar una primera indicación de la fertilidad del suelo y de la profundidad del horizonte A.
Determinar el color, el tipo de estructura y la profundidad del suelo del horizonte A, y el color y el tipo de estructura del suelo del horizonte B.
También se debe identificar hasta qué profundidad se observa la presencia de raíces. Para esto se hacen excavaciones de 30 a 40 centímetros de profundidad y del ancho de una pala o del que sea necesario, para que nos permita ver con claridad el perfil del suelo.
Determinar la textura del suelo de los horizontes A y B. Para esto se toman muestras de ambos horizontes, y se hacen pruebas para tener una idea aproximada del tipo de textura de ambos horizontes.
Para las actividades arriba indicadas se deben llevar a la visita de campo, los siguientes equipos, herramientas y utensilios: cámara fotográfica, pico, pala, chícora, pala de jardinería, cinta métrica, 1 tobo de 18 litros, de 5 a 10 bolsas plásticas de 2 kilos, una botella de 1 litro de agua llena, libreta o cuaderno de anotaciones, entre otros.