Una de las propiedades características de la materia, en cualquiera de sus estados, es la densidad. La densidad de una sustancia, mide la cantidad de materia contenida en un espacio dado y está determinada por la masa y separación de los átomos; por esta razón, se define como la relación entre la masa y el correspondiente volumen, es decir:
Por consiguiente, las unidades de densidad se expresan como las unidades de la masa divididas por las unidades de volumen (tabla 25).
La tabla 26, muestra la densidad de algunas sustancias en g/cm3. Esta magnitud varía un poco con el cambio de temperatura y presión, de modo que, se definen generalmente para una temperatura de 0 oC y a la presión de una atmósfera. La excepción es el agua, ya que la densidad de 1.0 g/cm3 se presenta sólo a una temperatura de 4 oC. Esto se debe a que el gramo se definió originalmente como la masa de un centímetro cúbico de agua a una temperatura de 4oC.
La densidad relativa de una sustancia es la razón de la densidad de la sustancia y la del agua, por lo cual, ésta magnitud es un número adimensional (sin unidades de medida).
Por ejemplo, la densidad relativa del acero es de 7.8, mientras que, la densidad relativa del aluminio es de 2.7.
Por otra parte, el peso específico de una sustancia se define como la relación entre su peso y el correspondiente volumen, por lo cual:
La tabla 27, muestra las unidades del peso específico, el cual se utiliza comúnmente al estudiar la presión en líquidos.
Por ejemplo, la densidad del agua es de 1000 kg por cada metro cúbico, mientras que su peso específico es de 9800 N por cada metro cúbico.