El XVI encuentro de violas en la ciudad de Pôltsamaa al que he tenido la suerte de ser invitada gracias a la profesora de viola de la Escuela de música de Tartu, Kristel Eeroja-Põldoja y que se ha celebrado el 27 de Noviembre me ha permitido ver buenas prácticas de centro así como conocer un sistema de estudios admirable y unas estrategias de trabajo que trataré de aplicar en mis clases de viola.
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El Encuentro de violas estaba muy bien organizado (incluía un concierto de alumnado, sesiones de conversación y puesta en común de ideas de profesorado con comida incluida para todos, sesión de control postural y ejercicios para preparar el cuerpo para tocar con una especialista en ergonomía, ensayo de villancico y concierto final; y participaban alumnos/as desde ocho años de edad de diferentes Escuelas de música de ciudades de Estonia (Tartu y Pôltsamaa especialmente)
El trabajo de memoria de todas las piezas de todos los participantes en el encuentro. Algo habitual en este sistema de estudios que incluye en los primeros años dos clases de viola de 45 minutos individuales y dos clases de Solfeo de 45 minutos también en grupo.
El hecho de que la Escuela de música de esta ciudad esté al lado del colegio de estudios obligatorios y que ambos edificios estén comunicados favorece el que acudan muchos alumnos/as a estudiar estudios musicales en la Institución.
Las comidas saludables en el comedor de la Institución con carteles explicativos para el alumnado.
Las pizarras con pentagramas en los pasillos para uso libre del alumnado me parecen una buena práctica estupenda y divertida para todos.
Se favorece la interpretación de piezas de compositores de Estonia en el repertorio del alumnado de viola.
Me ha encantado que al presentar a cada alumno/a y considerando lo escrito en el Programa de concierto se hablase un poco de cada alumno/a según sus propias palabras escogidas.
Me han prestado una viola y he podido tocar en el concierto final con todos los participantes y profesorado de la Institución.