Soy tutora de 4º de Primaria; mis alumnos llevan conmigo desde primero y desde segundo he incorporado el Trabajo cooperativo a mis clases. La distribución de mi aula está centrada para esta metodología. Mi grupo es de 22 alumn@s y nos organizamos en 5 grupos (3 de 4 alumn@s y 2 de 5 alumn@s).
Creo que esta organización del espacio es lo que David Thomburg define como El “abrevadero” o watering hole, donde el aprendizaje se produce en interacción entre iguales, debatiendo y dialogando sobre los temas de interés, descubrimientos, rumores, experiencias y sueños.
Esta misma organización se lleva a cabo a diario, tras el recreo, ya que para volver a la calma dialogamos a diario sobre lo sucedido en él y resolvemos con el diálogo cualquier conflicto surgido.
Al inicio de cada sesión solemos comenzar con una explicación de los contenidos a tratar, de los objetivos que queremos conseguir y distribución de tareas (individuales o grupales). En estos momentos de la sesión el espacio se organiza como la “hoguera de campamento” o campfire, en la que el alumnado centra su foco de atención en torno a un “fuego” o voz de referencia a la que se escucha y de la que se aprende.
La distribución del mobiliario en el aúla formando grupos, de modo que girando a la derecha observan la pizarra tradicional y girando a la izquierda la pizarra interactiva, nos permite crear ese otro espacio simplemente ladeando sus sillas.
En la dinámica habitual los alumn@s están aconstumbrados a realizar tareas individuales que requieren de su concentración y total silencio (creación de textos literarios, realización de ejercicios de matemáticas, operaciones, fichas individuales…). En esos momentos cada pupitre dentro de sus grupos se convierte en “su cueva”, donde respetan el momento de reflexión, silencio y concentración que él mism@ y sus compañer@s requieren. Es entonces cuando creamos La “cueva” o cave, un espacio que favorece el encuentro con uno mismo para el trabajo de reflexión individual.
En cuanto al último espacio: la “vida” o life del que David Thomburg nos habla, no lo tengo muy claro.
Por un lado entiendo que es la puesta en práctica de lo aprendido, y así entendido lo veo cómo esos momentos del proceso educativo en los que llevamos el aúla al laboratorio o a la biblioteca y allí el alumn@ aplica de manera práctica y real los conocimientos adquiridos. Son espacios en los que l@s alumn@s comprueban de lo que son capaces y lo que han aprendido.
Por otro lado creo que cuando salimos del centro para realizar visitas a museos, parques… estamos también ese espacio “Vida” donde el alumnado pone en practica lo aprendido y demuestra sus competencias.
Se nos ha invitado a visitar el Palacio del Conde Luna en nuestra ciudad, León para llevar a a cabo la actividad "Leer y escribir con Ana Frank".
En la siguiente Infografía se reflejan las actividades que se llevarán a cabo en torno a esta actividad y la creación de diferentes espacios para ellas.