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Empresas licitadas para servicios a salud pública sirven comidas en mal estado e incompletas a médicos del Hospital Perrando. Con más de 5 años de denuncias a la tercerización e irregularidades y quejas del personal médico, el problema aún continúa sin resolverse y el suministro de dichas viandas para los usuarios del Hospital no ha mejorado su calidad.
Las denuncias efectuadas por la Unión Personal Civil de la Provincia del Chaco no cesaron desde 2015, junto con otras de los residentes y médicos que operaban en el Hospital Perrando y consumían diariamente las viandas. Dos empresas tercerizadas por Salud Pública de la Provincia son las protagonistas de este hecho, una de ellas vigente en su contratación hasta estos días, sirviendo comidas incompletas nutricionalmente, ocasionalmente con gusanos, gorgojos y carne mal cocinada, afectando directamente al personal de salud del Hospital Perrando.
Una de las empresas licitadas para el servicio de viandas del Hospital Perrando es Safita SRL, una compañía gastronómica de Posadas, Misiones, que también había sido licitada en 2012 en Chaco para la elaboración de 12.000 raciones alimentarias con destino al Hospital General Güemes en Juan José Castelli. En 2018 la empresa ya había sido denunciada por su contratación, por el aumento de los precios para los usuarios de las viandas y por la mala calidad de los alimentos que se exhibían al público. “Cuando yo era R1, que más o menos habrá sido en 2019 recuerdo que yo pagaba 200 pesos una vianda diaria cualquiera, Safita estaba cobrando en su momento 350 pesos por bandeja, por esa plata me alcanzaba mi almuerzo y me sobraba para comprarme fruta un postre y la bebida”, comenta un residente de tercer año del Hospital Perrando.
Para entonces, Safita ya presentaba problemas en cuanto a la prestación de servicios. Según cómo lo describen las fuentes se trataba de meses de bandejas que traían una vianda de arroz amarillo con un medallón de pollo “comible” pero que era una porción reducida para una persona que trabaja en una guardia por una prolongada cantidad de horas. “Nosotros hicimos un mes huelga de hambre, porque estábamos cansados de comer ese medallón con arroz. Rechazamos todo ese mes el menú y ahí intervino el Ministerio y le dimos la opción de que en lugar de pagarle a Safita la comida de nuestro menú, que nos dieran el dinero y nosotros nos encargábamos de ese menú, de todas formas, la mayoría ya compraba vianda aparte porque la del Hospital no era digna, pero no lo aprobaron”, agregó.
En consulta con una Licenciada en Nutrición, comenta que el plato saludable y equilibrado se caracteriza porque la mitad del plato esté formado por verduras “lo ideal es que éstas sean variadas y como base elegir tres tipos e ir variando en colores, ya que cada color aporta ciertos nutrientes”, asegura. Un cuarto del plato debe estar formado por el grupo de cereales o hidratos de carbono y el otro cuarto debe estar formado por lo que son las proteínas “pueden ser carnes del origen que se prefiera o huevos”. Se recomienda también acompañar estos platos con grasas saludables, sea aceite de oliva, paltas, aceitunas o frutos secos.
“Imaginate que un residente de primer o segundo año entra a las cuatro o cinco de la mañana y que la primera comida del día después de haber trabajado toda la mañana era esa bandeja de arroz con medallón de pollo”, agregó el médico. Una residente de primer año del Hospital Perrando también añadió que: “tuvimos varios casos y seguimos teniendo en los que la comida no fue de nuestro total agrado, una de las situaciones que se da es cuando vienen menús, por ejemplo, de una bandeja de lentejas y un tomate partido a la mitad”.
A esto se le agrega la dificultad que conlleva para los trabajadores de la salud en cumplir con sus actividades y desempeño en la institución “Sabemos que el sistema de residencias en el Hospital es muy demandante, a veces estás muchas horas sin dormir y todo el tiempo haciendo desgaste, tanto mental como físico, por ende, la comida no es un factor menos importante, es lo que nos da la energía para poder llevar a cabo las actividades diarias”, aseguró la residente.
“Al realizar los platos nutricionalmente completos vamos a proporcionar todos los nutrientes que nuestro organismo necesita para funcionar de manera adecuada, eso también se va a ver reflejado en nuestro estado de ánimo, en la energía, y por supuesto en un mejor rendimiento físico y mental”, aclaró la profesional en nutrición.
“A través de la ingesta de alimentos lo que se busca es cubrir ciertos requerimientos que cada persona tiene diariamente con la finalidad de mantener la salud y prevenir la aparición de enfermedades”, agrega la Licenciada en un contexto en el que los médicos y enfermeros se encuentran aún más expuestos a enfermedades en el ámbito en el que trabajan. “Cuando una persona por ciertos motivos no está cubriendo algún nutriente específico se ve reflejado a través de síntomas: fatiga, dolores musculares, irritabilidad, insomnio, falta de concentración, entre muchos otros más”, completó.
Safita SRL y Salud Pública
En 2020 Safita hace un acuerdo con el Gobierno luego de las huelgas de hambre por parte del personal médico y mejoran el menú “realmente cambió, en ese momento pensamos que íbamos a empezar a comer bien; empezaron a tener más variedad en la comida: pastas, sándwiches de milanesa, y me acuerdo que mandaban a veces unas empanadas que estaban bastante dignas; después nuevamente empezó a decaer, otra vez eran bandejas incomibles”, agregó el médico.
El reclamo de Safita era que el Gobierno Provincial le debía dinero de la licitación, mientras que desde el Ministerio de Salud Pública el reclamo era la continuidad de prestación de servicios bajo contrato con la empresa.
Copia del dictamen de Asesoría General de Gobierno del año 2021 sobre la deuda contraída con la empresa en 2018.
Aun así, según el marco de las licitaciones vigente en la Ley 4.787 de Organización y Funcionamiento de Administración Financiera del sector Público Provincial; las empresas contratadas por el estado para prestar servicios públicos deben de continuar su actividad incluso en caso de que cesen los pagos por parte del organismo contratista.
“Nuevamente el reclamo entre los dos, Safita reclamaba que el Gobierno le debía plata y el gobierno decía que tenían que darnos la comida y nosotros en el medio comiendo basura básicamente; porque ya llegó un punto que ya nadie comía la comida”, agregó uno de los residentes
Comida cruda y en mal estado
Los usuarios del servicio de comidas de Safita denunciaron no sólo la falta de carne de las viandas y lo incompleto de plato nutricional; “había raciones que estaban crudas o mal cocidas, la comida era cada vez peor, a veces encontrábamos pedazos de vidrio, piedras, moscas, gusanos vivos, pelos, infinidad de cosas, ahí fue que el año pasado hicieron el cambio”, dijo el residente de tercer año. Es cuando Safita pierde la adjudicación y la gana Olegario SRL.
La empresa comenzó a trabajar ofreciendo servicios para el Hospital desde septiembre del año pasado y se extiende hasta la actualidad: “Al principio arrancó muy bien, se notaba el cambio en las viandas, eran porciones más grandes, variadas, tenían sabor, pero nuevamente todo empezó a decaer porque evidentemente no se les pagaba como corresponde”, comentó una de las fuentes.
Copia del dictamen N°850 de Asesoría General de Gobierno sobre la licitación a la empresa Olegario SRL
Los testimonios datan de que cuando los platos traen carne suele ser “de dudosa procedencia”, tanto por su sabor como por la textura. Según dichos del personal médico, la carne es reciclada del mediodía para los menús de la noche. “Muchas veces la comida se termina tirando porque no podemos comer eso, no es saludable”, aseguró la residente de primer año. “Una vez nos trajeron un chorizo a la pomarola, tuve la valentía de comerlo y estuve toda la semana descompuesta”, agregó.
En con consulta con la profesional en nutrición, responde que las carnes mal cocinadas pueden afectar la salud debido a la presencia de bacterias o las toxinas que forman las bacterias que producen intoxicaciones alimentarias. “Por eso debemos asegurarnos siempre que las carnes alcancen los 70°C en todas sus partes para evitar la aparición de alguna enfermedad, de esta forma, matar a todas las bacterias que puedan contener las carnes”, completó.
Según la Organización de las Naciones Unidas Para la Alimentación y la Agricultura, las enfermedades de transmisión alimentaria más comunes en Argentina son la salmonelosis, la intoxicación estafilocócica, la escherichia coli y la triquinosis. “Yo tuve la mayoría de mis residentes con diarrea, a tres de ellas tuvimos que hacerle una vía venosa. Se presentaron notas y reclamos, pero obviamente no se hizo nada” concluyó el médico.
Fueron presentadas denuncias en múltiples ocasiones y tanto por las empresas como del Ministerio de Salud Pública se hicieron esfuerzos para resolver el problema. No obstante, parece que las cuestiones financieras y los desacuerdos han prevalecido sobre la necesidad de proporcionar comidas seguras y de calidad para el personal de salud. La falta de acción efectiva por parte de las autoridades para abordar esta preocupación pone en peligro tanto a los profesionales de la salud como a los pacientes que son atendidos en el Hospital Perrando. Para finalizar, esta situación da cuenta de la importancia de abordar adecuadamente las licitaciones de servicios de comidas en entornos de atención médica para dar garantía de que se cumplan los estándares de calidad y seguridad alimentaria.