CONCLUSIÓN REFLEXIVA SOBRE EL PROBLEMA

Pese a que cada vez las sociedades contemporáneas son más conscientes de la importancia de proteger el medio ambiente, todavía hay mucho camino por delante.

Vivimos en una sociedad altamente consumista que hace personas egoístas, pues buscamos nuestra propia comodidad y no contemplamos cómo nuestra acción puede perjudicar colateral o directamente al medio en el que vivimos. Esto resulta altamente incoherente, pues nuestra subsistencia depende de aquello que estamos destruyendo poco a poco; nuestro planeta.

El problema sobre el grave impacto que tienen los plásticos en nuestro planeta es algo de lo que los especialistas y científicos nos llevan advirtiendo desde tiempo atrás, sin embargo, hemos tenido que esperar a que finalmente el problema nos golpease de lleno para emprender la búsqueda de medidas mas exhaustas que nos ayuden en esta lucha. Aún queda mucho por hacer. 

Con nuestra información sobre los microplásticos hemos demostrado que, no ver algo a simple vista, no quiere decir que no exista. A veces, lo que parece más insignificante resulta lo más perjudicial y el punto de partida hacia un nuevo cometido que pueda aliviar el problema. 

Por otro lado, con nuestras actividades sobre bioplásticos no vamos a solucionar la problemática, pero es nuestro cometido comunicar a nuestro lectores que siempre podemos encontrar una mejor manera de actuar si no pensamos solo en nosotros sino también en el medio que nos rodea, 

La posibilidad de hacer bioplástico como plástico ecológico y sostenible está claro que existe y que es una opción imprescindible como solución al plástico de petróleo no biodegradable, pero, tristemente nuestra acción individual no es suficiente. Necesitamos actuar como una unidad para un mismo objetivo. Para ello, esto debería ser el foco de atención de políticos y grandes industrias, lo que dificulta encontrar una solución factible,