Las sociedades contemporáneas son cada vez más conscientes de la importancia de proteger el medio ambiente, lo que ha llevado a los bioplásticos a emerger como una opción innovadora y sustentable frente a los plásticos convencionales. Pero, ¿qué son los bioplásticos?
Los bioplásticos son tipos de polímeros que se producen a partir de fuentes biológicas renovables. A diferencia de los plásticos convencionales, que son derivados del petróleo, los bioplásticos se obtienen de materias primas como el almidón de maíz, la caña de azúcar, los aceites vegetales o la celulosa, entre otros.
Se fabrican a partir de materias primas renovables como plantas, algas o desechos agrícolas.
Pueden ser naturales al ser sintetizados por microorganismos vivos o sintéticos si necesitan procesos químicos
Están diseñados para descomponerse de manera natural en el medio ambiente bajo condiciones específicas de compostaje.
Tras su uso, estos plásticos se degradan totalmente gracias a los microorganismos del medio natural
Pueden interactuar con sistemas biológicos sin provocar una respuesta adversa.
Son especialmente importantes en aplicaciones médicas y farmacéuticas, gracias a su gran compatibilidad
Disminuyen la dependencia de los combustibles fósiles, así como las emisiones de carbono asociadas con su producción.
Se pueden descomponer de forma natural en el medio ambiente sin dejar residuos tóxicos.
Permiten aprovechar residuos industriales, vegetales y urbanos.
Pueden ser diseñados para tener propiedades similares a las de los plásticos convencionales, lo cual favorece su uso en una amplia variedad de aplicaciones.
Reduce la dependencia respecto a los recursos fósiles, principalmente al petróleo.
La industria de los bioplásticos está en constante evolución para mejorar sus propiedades y ampliar el número de aplicaciones.