La pubertad y la pubescencia son dos términos relacionados pero que se refieren a aspectos ligeramente diferentes del desarrollo humano, específicamente en relación con el proceso de maduración sexual.
La pubertad es el proceso biológico mediante el cual el cuerpo experimenta cambios físicos que lo preparan para la reproducción. Estos cambios incluyen el desarrollo de características sexuales secundarias, como el crecimiento de vello púbico, el desarrollo de senos en las chicas, el crecimiento de la voz en los chicos, entre otros. La pubertad es desencadenada por la liberación de hormonas sexuales, principalmente estrógeno en las chicas y testosterona en los chicos, y generalmente ocurre entre los 8 y los 13 años en las chicas, y entre los 9 y los 14 años en los chicos. Es importante destacar que la pubertad no solo implica cambios físicos, sino también cambios emocionales y sociales.
Por otro lado, la pubescencia es un término más amplio que se refiere al período de tiempo durante el cual ocurren los cambios de la pubertad. Es decir, la pubescencia abarca desde el inicio de la primera etapa de la pubertad hasta que los cambios físicos asociados con la pubertad están completamente desarrollados. La pubescencia puede durar varios años y generalmente coincide con la adolescencia, aunque no son sinónimos. Mientras que la pubescencia se enfoca principalmente en los cambios físicos, la adolescencia implica una gama más amplia de cambios emocionales, cognitivos y sociales.