El árbol es el protagonista. Atrae toda la atención, por lo que es el espacio positivo de esta imagen. Las demás partes son el espacio negativo, aunque contengan objetos.
Es cualquier parte de la fotografía que sobresale de su entorno. Esto incluye, por ejemplo, el sujeto, junto con otras áreas de detalle notables. Todo lo que llama la atención en una composición se considera espacio positivo. Suele ser el sujeto en el marco, quizás junto con elementos adicionales. Este espacio positivo se coloca de acuerdo con una de las reglas o pautas de composición conocidas.
Es posible llenar el marco con un solo objeto grande, reduciendo la cantidad de espacio que es menos importante. En otras palabras, la mayor parte del marco contiene espacio positivo. También es posible agregar muchos elementos más pequeños para llenar el marco por completo.
Ejemplo de una imagen con mucho espacio positivo y casi nada de espacio negativo. Todo reclama atención. Es demasiado recargado y caótico. Demasiado espacio positivo.
Al agregarle mucho espacio negativo, este rorbu en Noruega se siente aislado y solitario.
La hoja amarilla es el tema y atrae toda la atención. Las otras hojas son el espacio negativo de esta composición.
El espacio negativo se puede crear haciendo una distinción clara entre el sujeto y su entorno o eliminando todos los elementos que distraigan del encuadre. A menudo, esto da como resultado una foto que enfatiza el vacío, la soledad, el aislamiento e incluso una sensación de escala.
Sin embargo, el espacio negativo no tiene por qué estar completamente vacío. Puede contener elementos de todo tipo. Incluso un marco cubierto de hojas marrones y rojas es un espacio negativo cuando una sola hoja amarilla sobresale, siendo el sujeto del marco. Simplemente recuerda que todo lo que no pertenece al sujeto y los elementos adicionales se consideran espacio negativo.
Un campo abierto con un horizonte despejado. Transmite libertad y amplitud. No hay límites claros en la composición, lo que sugiere infinitud.
El espacio abierto se caracteriza por la ausencia de límites definidos, dando una sensación de amplitud, libertad y continuidad. Se asocia comúnmente con paisajes amplios o composiciones que utilizan horizontes despejados, donde los elementos parecen extenderse más allá de los bordes del encuadre.
Estos espacios brindan protección, seguridad y privacidad a sus ocupantes, al tiempo que contribuyen a la estética general del diseño.
Los espacios cerrados se refieren a las áreas construidas que están completamente protegidas por paredes y techos. Estos espacios están diseñados para alojar diferentes funciones, desde viviendas y oficinas hasta centros comerciales y espacios de entretenimiento. Su diseño debe asegurar la comodidad, la seguridad y la eficiencia energética para los usuarios.
El espacio bidimensional es común en fotografías minimalistas, abstractas o de arte conceptual. Estas imágenes no buscan emular la realidad tridimensional, sino jugar con la superficie plana como recurso expresivo.
Las imágenes bidimensionales poseen dos (bi) dimensiones, alto y ancho, se desarrollan en soportes planos por medio del dibujo, la pintura, el grabado, la fotografía, el cine, el video...aunque algunas puedan sugerir, gracias a diferentes recursos (perspectiva, claroscuro...), la tercera dimensión.
A diferencia de la tridimensionalidad, que agrega la dimensión de profundidad, los objetos bidimensionales solo tienen largo y ancho. Esto significa que no tienen volumen y solo pueden ser vistos desde un ángulo específico.
En la imágen tridimensionales podemos apreciar de manera tangible el volumen, poseen las tres dimensiones del espacio (alto, ancho y profundidad): maquetas, relieves, escultura y arquitectura
Estas técnicas son ampliamente utilizadas en fotografía artística, arquitectura y cine para transmitir profundidad y hacer que las imágenes cobren vida.
El espacio simétrico en una fotografía hace referencia a una composición en la que los elementos dentro del encuadre están organizados de manera equilibrada, reflejando una distribución similar o igual a ambos lados de un eje, ya sea horizontal, vertical o diagonal. La simetría en fotografía es una herramienta compositiva que genera una sensación de orden, equilibrio y armonía visual, como se ve reflejada en esta fotografía.
Un espacio simétrico en fotografía es una composición en la que las partes de la imagen se reflejan entre sí, creando un equilibrio visual y una sensación de armonía. La simetría puede ayudar a crear imágenes más atractivas para el ojo humano, ya que el cerebro se siente atraído por los patrones. Si somos muy estrictos, la simetría significa que los dos lados deben ser 100% idénticos. Pero en fotografía, esto rara vez es posible. Por ejemplo, es difícil encontrar un equilibrio simétrico perfecto en la naturaleza .
Existen diferentes tipos de simetría que se pueden utilizar en fotografía, entre ellos:
Simetría vertical
Se produce cuando la composición se divide en dos partes iguales por una línea vertical imaginaria.
Simetría horizontal
Se produce cuando la imagen se divide en dos partes iguales por el horizonte.
Simetría radial
Se produce cuando la imagen se propaga desde un punto central, como en las ondas del agua o en las ruedas de las bicicletas.
Simetría reflectiva
Se produce cuando un lado de la composición es la imagen especular del otro lado, como en los reflejos en un espejo o en una ventana.
El espacio asimétrico en esta fotografía es una poderosa herramienta para salir de la rigidez de la simetría y explorar composiciones más dinámicas y expresivas.
Un espacio asimétrico en fotografía es una composición en la que los elementos se distribuyen de forma desigual, generando una sensación de movimiento o desequilibrio. Los colores también ayudan a equilibrar la asimetría en esta foto. La bicicleta y el techo de la iglesia tienen colores similares. Aunque no son iguales, ambos son variaciones del turquesa. Y como son tan similares, ambos llaman la atención del espectador.
Para lograr un equilibrio asimétrico, se puede considerar el peso visual de cada elemento, que es el impacto visual que percibimos de un objeto en la fotografía. Los elementos con mayor peso visual tienden a captar la mirada de manera más inmediata.
El espacio “ilusorio”, o la ilusión del espacio, se da cuando las formas no parecen reposar sobre el plano de la imagen o no son paralelas a él. Algunas formas parecen avanzar, algunas parecen retroceder, algunas parecen sentarse fron- talmente y otras de manera oblicua. En un diseño bidimensional, el volumen es ilusorio. Por ejemplo, en un modelado 3D, el programa muestra la ilusión de 3D a través de la pantalla de un computador.