Una vidente buena es aquella persona que ha nacido con el don de la videncia, pero además ha dedicado parte de su vida a ayudar a los demás, a estar disponible para intentar mejorar las vidas de las personas y a formarse para ofrecer consultas más completas y profundas. Todo esto es lo que yo te ofrezco.
Me llamo Isabel Galán y soy una vidente muy reconocida que está disponible para ti las 24 horas del día los 365 días del año.
Desde muy pequeñita fui consciente de que tenía habilidades diferentes al resto de mis compañeros de clase. Yo tenía visiones que, después, se cumplían, recibía una gran cantidad de energías de todo el mundo y me pasaba parte del día intentando que las personas más tristes pudieran sentirse mejor.
Desde niña tenía un fuerte compromiso con mis compañeros de clase y con mi familia: solo quería ayudarles a que fueran felices.
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Mi abuela se dio cuenta de mi voluntad y, por ello, se dio cuenta de que yo también había nacido con su don especial: el don de la videncia. Gracias a ella, empecé a entender mi don, a cuidarlo y a manejarlo. Pude empezar a conectar con el universo y viajar del pasado al futuro conociendo todo lo que está por venir. Con el tiempo, decidí involucrarme aún más en el sector de las artes esotéricas y, por eso, me formé como Maestra del Tarot.
Actualmente, soy vidente de nacimiento, Maestra Tarotista, Maestra de Reiki y Astróloga. Con todos estos conocimientos podré ofrecerte una sesión de videncia y tarot telefónico muy completo y profundo. Llámame y podrás satisfacer todas tus dudas.
Soy muy consciente de que, actualmente, hay miles de perfiles en Internet que se presentan como tarotistas y videntes. Es importante que sepas que una tarotista puede ser cualquier persona que haya estudiado el Tarot. Se trata de un conocimiento que puedes adquirir a lo largo de tu vida y con el que aprenderás a leer e interpretar las cartas.
Sin embargo, que tengas el conocimiento no significa que tienes la habilidad. Puedes leer las cartas siguiendo el manual, pero habrá cosas que se te escapen, habrá energías que no percibas, habrá preguntas sin respuestas. Por eso, además de acudir a una tarotista es imprescindible que te asegures de que esa profesional también es vidente de nacimiento. Solo así, podrás acceder a una consulta de verdad, buena y certera con la que resolverás la mayor parte de tus dudas.
Yo soy Isabel Galán, una vidente de verdad y tarotista que pone a tu disposición un número de teléfono para que contactes conmigo siempre que lo necesites. Domino la mancia del Tarot hasta su último detalle, pero además soy vidente de nacimiento, por tanto, tengo un don que me permite contactar con todo aquello que no se ve. Esta habilidad es esencial en el caso de las consultas de tarot porque no siempre la respuesta se halla en las cartas: casi siempre, las cartas sirven de apoyo, de información extra que nos aportan los astros. Pero la profesional que haga la tirada del Tarot debe tener una conexión energética con el universo para poder entender qué es lo que realmente depara el futuro.
Así que lo que distingue realmente a una tarotista de verdad de otra que no lo es, es precisamente el don de la videncia. Este don permite acceder a una información mucho más amplia sobre el devenir y responder de forma más veraz a las preguntas que tenemos acerca de nuestras vidas.
En mi caso, tengo una media de aciertos que ronda el 85%, por tanto, en mis consultas podrás conocer de forma muy aproximada cómo será tu futuro y, así, tener ese remanso de paz y tranquilidad que tanto necesitas.
Desde que mi abuela me explicó en qué consistía mi don y cómo podía contribuir a ayudar a los demás, me volqué completamente en mi formación. La videncia es un don con el que he nacido, forma parte de mi ser y es indivisible a mí, pero se tiene que aprender a escuchar, a interpretar y a potenciar.
Durante mi vida, trabajé para ir aprendiéndolo todo sobre mi habilidad tan especial y que, así, las personas que acudieran a mí obtuvieran las respuestas que necesitaban.
Me di cuenta de que, algunas veces, mis visiones eran un tanto imprecisas y que la gente quiere información más clara y detalladas. Por eso, decidí formarme en otras disciplinas como el Tarot, la Astrología o el Reiki, ya que todas estas mancias se basan en la conexión energética con el universo, una conexión que nos permite recibir información que, aunque no se ve, está muy presente en nuestras vidas.
Hoy en día, soy una de las mejores videntes del mundo y esto es posible gracias a mi formación, mi empeño y mis años de experiencia. Si quieres conocerme, levanta el teléfono y llámame: estaré encantada de atenderte y ayudarte en todo lo que pueda.