El Banco Central del Uruguay (BCU) impuso una multa de 650.000 unidades indexadas (aproximadamente US$ 91.000) al Banco Bandes Uruguay, debido a reiterados incumplimientos en la normativa de prevención de lavado de activos y financiamiento del terrorismo.
Según la resolución de la Superintendencia de Servicios Financieros (SSF) del BCU, la sanción es el resultado de una evaluación integral realizada en 2022, complementada con una revisión en 2024, en la que se detectaron serias deficiencias en el sistema de cumplimiento del banco.
Si bien el BCU reconoció que el Bandes había realizado avances en algunas áreas, muchos problemas persistían sin resolverse. Esto llevó a la SSF a calificar la situación como “incumplimiento normativo severo”, un término que refleja la gravedad de los hallazgos y el riesgo que representan para el sistema financiero.
Principales incumplimientos detectados
El informe del BCU reveló problemas críticos dentro de la gestión del Bandes, destacando fallas estructurales en múltiples áreas clave:
1. Debilidades en el gobierno corporativo y control interno
Falta de mecanismos de supervisión efectiva dentro del banco.
Ausencia de un director independiente, lo que afecta la transparencia y el control interno.
Deficiencias en la planificación de sucesión de cargos clave, lo que genera riesgos operativos a largo plazo.
2. Fallas en la gestión de riesgos financieros
Débil gestión del riesgo estratégico, lo que afecta la capacidad del banco de anticiparse a crisis.
Falta de un plan de contingencia de liquidez adecuado para enfrentar eventuales problemas financieros.
3. Problemas en la prevención del lavado de activos
Deficiencias en el monitoreo y actualización de información de clientes, lo que impide detectar operaciones sospechosas.
Existencia de 60 cuentas pasivas paralizadas con más de cinco años de antigüedad, sin controles adecuados ni una justificación clara.
El regulador enfatizó que, si bien cada una de estas infracciones, de manera aislada, podría haber sido considerada de gravedad media, la acumulación de estos incumplimientos y su permanencia en el tiempo agravaron la situación, lo que llevó a la imposición de la multa.
Antecedentes y reincidencia del Bandes
Uno de los factores determinantes en la decisión del BCU fue que el Bandes ya contaba con antecedentes sancionatorios por violaciones a la misma normativa. El regulador destacó que este no era un caso aislado, sino un patrón de incumplimientos que el banco no había corregido de manera efectiva, a pesar de advertencias previas.
La reincidencia de fallas en el cumplimiento normativo llevó al BCU a aplicar una sanción ejemplar, con el objetivo de que la entidad tome medidas concretas para corregir sus deficiencias.
El descargo del Bandes y la respuesta del BCU
Tras la notificación de la sanción, el Bandes presentó sus descargos y rechazó la calificación de "incumplimiento normativo severo". La entidad argumentó que ha estado implementando planes de acción para corregir las debilidades señaladas y que, desde 2020, ha realizado importantes avances en sus procesos de debida diligencia.
Entre los puntos que defendió el Bandes, se destacan:
Implementación de un plan de acción inmediato para corregir las alertas detectadas.
Proceso de selección de un director independiente, cumpliendo con los requisitos regulatorios.
Mejoras en el plan de contingencia de liquidez y en la política de sucesión.
A pesar de estos argumentos, el BCU ratificó la sanción y dejó en claro que los esfuerzos del Bandes por mejorar su cumplimiento no lo eximen de responsabilidad por las infracciones cometidas en el pasado.
En su resolución, la SSF dejó asentado que:
“La subsanación de los incumplimientos detectados solo podrá operar para evitar nuevas sanciones, pero no anula las infracciones ya cometidas”.
Es decir, aunque el banco esté tomando medidas para corregir los problemas, sigue siendo responsable por las irregularidades ya verificadas y sancionadas.
Impacto y consecuencias para el Bandes
El caso del Bandes evidencia la rigurosidad del BCU en la supervisión del sistema financiero y su compromiso con el cumplimiento de las normativas de prevención del lavado de activos y financiamiento del terrorismo.
Para el Bandes, esta sanción no solo representa una pérdida económica significativa, sino que también genera un impacto negativo en su reputación. La falta de cumplimiento con las regulaciones puede afectar su relación con clientes y otros actores del sector financiero, además de generar un mayor escrutinio por parte de las autoridades en el futuro.
La entidad ahora deberá acelerar la implementación de sus planes correctivos, asegurándose de que estos incumplimientos no vuelvan a repetirse. En caso de que el BCU detecte nuevas fallas, la institución podría enfrentar sanciones aún más severas, incluyendo restricciones operativas o revocación de licencias en los casos más extremos
Fuente: El observador