En una actividad organizada por la Universidad de la República sobre violencias en el deporte, asesores de la Senaclaft analizaron los riesgos de lavado de activos en el fútbol uruguayo. Ricardo Gil Iribarne señaló que el problema es histórico y que, pese a la existencia de normas, estas no se cumplen. Indicó que tanto las asociaciones civiles como las sociedades anónimas deportivas pueden ser utilizadas para blanquear capitales y afirmó que recientes fiscalizaciones aumentaron la preocupación del organismo.
Durante el encuentro, se expusieron casos concretos investigados por la Fiscalía y se discutió el crecimiento de las SAD, la falta de transparencia sobre el origen de los fondos y la debilidad de los controles internos. Expertos coincidieron en que el monitoreo estatal es insuficiente y que no existe un sistema coordinado de información entre los organismos involucrados.
Los especialistas remarcaron que el problema no es la ausencia de leyes sino su ejecución, y criticaron la falta de capacidad técnica de la Secretaría Nacional del Deporte para cumplir las funciones que la normativa le asigna. Gil Iribarne cuestionó duramente a dirigentes del fútbol y sostuvo que sin un trabajo conjunto y efectivo de todos los actores, el lavado de activos seguirá presente en la actividad.
Fuente: Búsqueda