La Policía de Brasil ejecutó una operación para desmantelar un esquema de evasión de impuestos y lavado de dinero en el sector de combustibles, cuya deuda fiscal supera los 26.000 millones de reales (US$ 4.800 millones). Las autoridades federales emitieron 126 órdenes de registro y allanamiento dirigidas a individuos y empresas en cinco estados. Según la Receita Federal, el grupo utilizaba compañías propias, fondos de inversión y entidades offshore para ocultar y proteger sus ganancias.
Aunque no se nombraron personas ni empresas, medios locales señalaron que las investigaciones involucran a la refinería Grupo Fit. El ministro de Finanzas, Fernando Haddad, explicó que esta operación deriva de una ofensiva reciente contra estructuras criminales vinculadas al suministro de combustible. En agosto, se habían identificado 40 fondos presuntamente utilizados para ocultar activos de miembros del PCC, la mayor organización criminal del país.
Las autoridades detectaron un patrón de fuga de capitales mediante la apertura de fondos de inversión en Estados Unidos y la utilización de más de 15 offshores en ese país, que enviaron cerca de 1.000 millones de reales (US$ 186 millones) de vuelta a Brasil para adquirir participaciones y bienes inmuebles. Parte de la estructura operaba desde Delaware, señalado por Haddad como un “paraíso fiscal en Estados Unidos”. Uno de los movimientos más recientes incluyó el envío de 1.200 millones de reales (US$ 223 millones) a fondos en ese estado, que retornaban a Brasil como inversiones supuestamente legales. El ministro afirmó que estos fondos provenían de actividades ilícitas y que no eran préstamos reales.
Haddad aseguró haber prometido al presidente Lula profundizar la cooperación internacional con Estados Unidos para combatir el crimen organizado y el lavado de activos.
Fuente: ABC