Los titulares de la sociedad de bolsa Pérez Marexiano S.A. denunciaron penalmente por estafa y apropiación indebida a Ignacio González, un corredor de bolsa que captaba clientes y operaba por fuera de la empresa. Según la denuncia presentada por el abogado Jorge Barrera, el intermediario falsificaba estados contables y entregaba comprobantes apócrifos que no eran emitidos por la sociedad. También se registraron amenazas contra el corredor, enviadas desde México y Argentina por personas afectadas.
La maniobra fue detectada cuando varios inversores constataron que los movimientos informados en sus estados de cuenta no coincidían con los registros internos de la empresa. De acuerdo con la denuncia, ingresaron más de USD 13 millones a las cuentas de la sociedad y se registraron retiros por más de USD 5 millones. Algunos damnificados relataron haber recibido sumas que no les correspondían, situación que desde la empresa atribuyeron a una "confusión".
El corredor de bolsa no era empleado de Pérez Marexiano ni operaba en sus oficinas, aunque frecuentaba el local y se presentaba ante los inversores como representante de la firma, incluso utilizando correos electrónicos apócrifos. También se menciona a Tamara Taube, quien tenía un podcast junto a González en el que recomendaban inversiones. Ambos serían señalados por los damnificados como quienes se hacían pasar por voceros oficiales.
Algunos inversores indicaron que el esquema se asemejaba a una “calesita”, donde el dinero de unos clientes se usaba para pagar a otros, hasta que se interrumpió el flujo y comenzó la cesación de pagos. Entre las víctimas hay personas extranjeras y miembros de la colectividad judía.
Por su parte, el abogado Ignacio Durán —que representa a otro grupo de afectados— evalúa presentar una denuncia penal, aunque algunos de sus clientes prefieren negociar la recuperación del dinero. Según señaló, la empresa estaría dispuesta a devolver fondos con capital propio solo a quienes estén incluidos en sus registros.
Finalmente, se destacó la similitud del caso con el de Baeremaecker y Perera Corredor de Bolsa, donde una empleada fue condenada a 24 meses de prisión por estafa y apropiación indebida, mientras que el corredor de bolsa fue desvinculado del caso por falta de pruebas, según resolvió el fiscal Gilberto Rodríguez.
Fuente: El Observador