Según datos publicados por la Superintendencia de Servicios Financieros en su memoria anual de 2024, se presentaron ante el Banco Central del Uruguay un total de 964 Reportes de Operaciones Sospechosas (ROS) vinculados al lavado de activos o financiamiento del terrorismo. Esto representa un incremento interanual del 5,8%, en comparación con 2023.
Del total de reportes, 880 provinieron del sector financiero, lo que confirma su papel preponderante como principal generador de alertas dentro del sistema antilavado. Se trata de la cifra más alta registrada desde al menos 2017, cuando se habían informado 398 reportes.
En cuanto al sector no financiero —que incluye inmobiliarias, casinos, escribanos y casas de remate, entre otros sujetos obligados— se reportaron 84 operaciones sospechosas, frente a 81 en 2023. Cabe destacar que en 2018 este mismo sector había alcanzado un pico de 263 reportes, cifra que prácticamente iguala la sumatoria de los últimos cuatro años.
Estos datos reflejan tanto una mayor capacidad de detección como un seguimiento más riguroso por parte de los distintos sectores involucrados en la prevención del lavado de activos en Uruguay.
Fuente: El Observador