Cómo comenzamos.

Antes de poder utilizar nuestra aula, diseñamos y proyectamos provocaciones temáticas o por bloques de contenido,  actualmente llamados “saberes básicos” según el Real Decreto 95/222, llevándola a cabo durante 4 de los 5 días de las jornadas. Así teníamos: ambientes de leer y escribir un día, de ciencias y sensorial otro, un tercero de expresiones artísticas, corporales y musicales y otro más, de matemáticas. Siempre lo realizamos, como hemos mencionado anteriormente, en nuestra aula. Resultaba sencillo preparar el material y presentar las invitaciones o provocaciones, sin embargo, el espacio resultaba más agobiante, lleno de muchas zonas y materiales, ya que desarrollamos otras metodologías activas en nuestra práctica diaria, lo que provoca más distracciones entre el alumnado. Planificamos para tres semanas de trabajo con los mismos ambientes. Esto nos permite por un lado, rentabilizar el trabajo y por otro, permitir que el alumnado establezca diferentes formas de interacción con los materiales, objetos, el espacio y sus iguales. Tras la primera reflexión de equipo docente, de la que también formaron parte las alumnas de prácticas del Grado de Magisterio del cuarto curso, decidimos unificar las provocaciones de ciencia, sensorial y matemáticas en un sólo día ya que nos resulta más enriquecedor y sencillo de planificar. 

Cuando por fin pudimos utilizar nuestra aula de ambientes.

Y por fin llegó el día más esperado, la inauguración de nuestra aula de AMBIENTES DE APRENDIZAJE. El aula está organizada en zonas: arte o expresión artística, sensorial, ciencia, juego simbólico, leer y escribir y matemáticas. En cada una de ellas, tenemos mobiliario específico para esa zona: mesa de luz en sensorial, mesas experimentales en ciencia, caballetes en arte, tipi y alfombra en leer y escritorio para escribir, alfombras de juegos en juego simbólico y mueble para materiales en matemáticas. El aula se modifica en función de la proyectación y planificación de los ambientes y sus provocaciones. Queremos que en ese aula sólo estén los materiales que utilicemos asiduamente y llevaremos los específicos cuando sean necesarios. Nos interesa que el espacio posibilite los intercambios, el movimiento y las interacciones. No queremos que se convierta en un aula “ordinaria” de educación infantil. Consideramos la decoración de techos y paredes también muy importante. Con ayuda de las familias, hemos colgado cortinas, tiras de luces y espejos. Actualmente, hemos colgado fotos a modo de documentación, si bien aún nos queda avanzar en ese aspecto.