PREGUNTÉMONOS:
Un proyecto de vida es un plan personal y consciente que integra nuestras metas, sueños, valores y acciones, dándole dirección y sentido a nuestras decisiones.
No es un documento estático, sino una brújula flexible que nos orienta, aunque el camino pueda cambiar.
Se compone de tres preguntas clave:
¿Quién soy? → Autoconocimiento (valores, talentos, limitaciones).
¿Qué quiero ser? → Metas y sueños a corto, mediano y largo plazo.
¿Cómo lo lograré? → Estrategias, decisiones y acciones.
Dar sentido: Ayuda a entender por qué hacemos lo que hacemos.
Tener metas claras: Facilita la planeación y evita distracciones.
Guiar decisiones: Nos permite decir “sí” a lo que nos acerca al objetivo y “no” a lo que nos aleja.
Motivar: Inspira a levantarse en momentos de dificultad.
Construir identidad: Define quién soy y quién quiero llegar a ser.
Preparar el futuro: Permite anticipar retos personales, académicos y profesionales.
👉 Sin proyecto de vida, las decisiones son improvisadas; con proyecto de vida, cada paso tiene propósito.
Misión personal → ¿Cuál es mi propósito? (ej. “Vivir para ayudar a otros con mi profesión”).
Visión personal → ¿Dónde me veo en 5, 10, 20 años?
Metas →
Corto plazo (1-3 años): terminar el colegio, ingresar a la universidad.
Mediano plazo (3-7 años): graduarse de profesional, conseguir un trabajo.
Largo plazo (10+ años): formar una familia, dejar un legado.